El color de la final
Fiesta en las tribunas con la presencia de más de 1.500 personas, en la primera final que se disputó en el Estadio Batalla de Sarandí.
Los hinchas locales le pusieron color y calor a la primera final que se disputó en Sarandí Grande.
Público… Más de 1.500 personas en las tribunas, en auténtica fiesta del fútbol del interior. Predominaron el azul y amarillo, los colores que luce en su camiseta Boquita, idéntica a la que viste Boca Juniors de Argentina.
Local… “Gracias a los niños estamos en la final, en nuestra primera participación en el certamen. Su crecimiento desde el Baby fútbol nos obligó a elevar al club de categoría año tras año y hoy con orgullo podemos disfrutar de esta gran fiesta. Realmente impensado cuando fundamos hace apenas veintiséis años a nuestra querida institución”, palabra de Ariel Masa, dirigente de Boquita de Sarandí Grande.
Escenario… El estadio de Sarandí Grande, lleva por nombre Batalla de Sarandí, en homenaje a los héroes de la Cruzada Libertadora, que con sus milicias independentistas orientales derrotaron al poderoso Ejército Imperial de Brasil, en el enfrentamiento militar que se produjo el 12 de octubre de 1825, a orillas del arroyo Sarandí, por ese motivo denominada históricamente la Batalla de Sarandí.
Juez… Fabián Araújo, nacido en Santa Clara de Olimar (Treinta y Tres), de profesión policía y árbitro de fútbol por vocación, dirigió por primera vez una final de un torneo oficial de OFI.
Capitán… “Dimos un paso importante en nuestra casa. Jugando de local nos hicimos fuertes, y por suerte también pudimos sacar adelante este partido”, expresó Fabio Ghirardi, capitán de Boquita de Sarandí Grande.
Colados… El ingenio de los hinchas supera todas las barreras. Con lo registra la toma gráfica de Tenfield.com, los cinco parciales locales con la ñata contra el alambrado olímpico y parados sobre un terraplén, ubicado en las afueras del estadio en pleno Parque Tomás Berreta, siguieron cómodamente y sin desembolsar un solo peso, las incidencias de la primera final.
Los hinchas pegados al alambrado olímpico, no se pierden detalle del juego.
