El cambio táctico que no funcionó
Martin Lasarte, entrenador de Nacional, apostó ante Liverpool con un sistema de juego diferente al habitual pero no prosperó.
En lo que va de la temporada 2024, en un principio con Álvaro Recoba como entrenador y actualmente con Martín Lasarte en el cargo, Nacional mostró prácticamente una misma y habitual faceta táctica (4-1-4-1), con cuatro defensores, un volante de marca más retrasado (hoy es Christian Oliva), dos internos, dos extremos y un delantero centro.
Con este sistema, Nacional ha tenido altibajos en su juego a lo largo del año tanto a nivel local como internacional. Hubo momentos en los que mostró una muy buena versión, tuvo partidos buenos, otros no tan buenos, así como también ha sido evidente su bajo nivel en el último tramo.
No obstante, los cuestionamientos sobre su bajo rendimiento en los últimos partidos han hecho ruido en el cuerpo técnico tricolor, que se vio obligado a modificar su habitual táctica de juego para el duelo ante Liverpool el pasado domingo.
La apuesta de Lasarte
El entrenador tricolor buscó cambiar ante Liverpool y se la jugó por el sistema táctico (4-3-1-2), utilizando un rombo en mitad de cancha, con cuatro defensores, tres volantes internos, un enganche (Diego Zabala) y dos puntas.
Lasarte mandó al banco de suplentes a Antonio Galeano y a Alexis Castro, quienes venían siendo titulares, para dar ingreso a Mauricio Pereyra y Nicolás López con el claro objetivo de priorizar el fútbol por adentro y ser más vertical. Ponderó buscar protagonismo con la posesión de pelota y que los futbolistas de buen pie tomen las riendas del partido.
Sin embargo, nada de ello ocurrió. A Nacional le costó muchísimo el primer tiempo porque sus volantes no lograron cumplir con el pedido del entrenador; jamás tomaron la posesión de pelota y solo atinaron a desgastarse por intentar recuperarla. El pedido de Lasarte y el desempeño de sus futbolistas no fueron compatibles y ello quedó a la vista.
Lo cierto, es que la nueva planificación que auguró Lasarte no se reflejó en el campo de juego y el funcionamiento del equipo, en líneas generales, lo sintió.
Nacional no jugó bien el primer tiempo, incluso, cuando tuvo la pelota fue muy anunciado en su juego y la ausencia de extremos se evidenció en su falta de ritmo, dinámica y sorpresa por las bandas. Pero además, no solo que no pudo beneficiarse del cambio táctico sino que, paradójicamente, extrañó a los futbolistas que venían siendo titulares y mandó al banco de suplentes.
Retomó su idea original
Fue tan notorio el bajo rendimiento de Nacional en el primer tiempo, que para el inicio del complemento, Lasarte no dudó y retomó su idea táctica original dando ingreso a Galeano y Castro en lugar de Pereyra y Bentancourt.
¿Cómo se paró Nacional tácticamente con los cambios? Como supo jugar en toda la temporada. Lasarte reinició su idea táctica y otra vez apostó al (4-1-4-1) con Oliva más retrasado, Sanabria y Castro como internos, Galeano y Zabala como extremos y el “Diente” López como único punta.
Si bien Nacional estuvo lejos de mostrar su mejor versión en el complemento, al menos, ocupó los espacios vacíos que cedió en el primer tiempo y controló a su rival a lo ancho del campo. Tanto así, que Liverpool prácticamente no le generó más peligro hasta el final. Con pelota, se mostró más intenso, generó juego colectivo a modo de avanzar en bloque y fue más agresivo en ataque.
En definitiva, el desarrollo del partido ante Liverpool, en parte, le vino como anillo al dedo a Lasarte para sacar conclusiones tácticas de cara a futuro porque el equipo mostró una clara versión en el primer tiempo y otra muy diferente en el complemento, según el sistema de juego utilizado.
Lasarte buscó cambiar pero no funcionó.