El cabezazo de Godín puso justicia
Diego Godin, capitán de la Selección, Suárez y Francescoli.
Diego Godín aprieta los puños en el festejo del primer gol uruguayo.
Escribe: Atilio Garrido
PRIMER TIEMPO: A MODO DE INTRODUCCIÓN
¡Martes 13! Mmmm… Mis recuerdos se fueron esta mañana, cuando gravé el video diario de historia, hacia aquella noche fría y negra del 5 de julio de 1973. Apenas nueve días después del golpe de Estado. En medio de la huelga general de la CNT, Uruguay iba por una victoria ante Colombia en el Estadio Centenario, para llegar a la Copa del Mundo de 1974. Las tribunas explotaban de gente. ¡Enfervorecidas! A propósito, ¿qué está pasando en el fútbol sudamericano con la asistencia a los escenarios? El Monumental de Núñez no se llenó el jueves pasado ante Ecuador? Hoy tampoco el Monumento del Fútbol Mundial estará colmado…
Hasta aquella noche que rememoro –la del 5 de julio de 1973- nunca Uruguay había sido vencido por Colombia en Montevideo. Más aún, nunca la celeste había sufrido una derrota en la capital del país, disputando un partido por la Copa del Mundo o la Copa América. Y… Willington Ortíz, un petizo que jugaba muy bien y escribió páginas imborrables en el fútbol colombiano, anotó el gol del triunfo al promediar el segundo tiempo. La salida de la multitud en silencio, en medio de aquella jornada inhóspita, agregó mayor drama a la historia que se abría para nuestro país. Y… ¡hoy es martes 13! ¡Ojalá la lechuza no se pare en el palo del arco de Muslera!
LOS PROLEGÓMENOS
Llega la noticia del triunfo de Ecuador, sobre el final del partido ante Bolivia, en la altura de Quito, en una noche de lluvia intensa que anegó la cancha por completo y en forma permanente. Esos tres puntos instalan a los ecuatorianos –nuestros próximos rivales- en la cumbre de la tabla.
¡Otra vez Egidio Arévalo Ríos fuera de la integración titular! Se extrañará en un partido como el de esta noche, diferente al de La Paz, donde no sólo habrá que tener la mente puesta en proteger el arco de Muslera. La baja de Cristian Rodríguez origina la entrada de Maximiliano Pereira y el cambio posicional de Cáceres, pasando Álvaro Pereira a la media cancha. Sumadas a las de Suárez y Cavani, son cuatro las bajas del equipo titular. Aunque también Colombia tiene las suyas. Los dos laterales que volaban por las puntas y la de James que –en lo personal- no me parece tan bueno como lo han pintado. Y la prueba está. En el Real Madrid no “estado a tope” como dicen los españoles.
Los tamboriles suenan en la explanada de la Platea América. Vestidos de color pastel, rosado, amarillo, celeste… ¿Qué tal? Se acaba el “Bo-ro-co-tó, chás, chás” que invento el periodista uruguayo Julio Ricardo y, empieza el partido.
ARRANCÓ DE IGUAL A IGUAL
Movieron y… un remate desde lejos de Álvaro Pereira exigió a Ospina que se tiró sobre su palo izquierdo. En el primer ataque de Colombia el árbitro cobra una infracción que no existió, favorable a la visita.
En trámite parejo, de ida y vuelta, los defensas colombianos juegan fuerte. Una de ellas, de Fabra sobre el Carlos Sánchez uruguayo merecía la tarjeta amarilla que el juez no cobró. La ejecución de la pelota quieta, como en La Paz, ante Bolivia, al segundo palo, no trajo consecuencias.
Sigue el ida y vuelta. Colombia no se mete atrás. Llegan tocando al área celeste. Un remate de Cardone, en forma de “buscapié”, cruzó el área chica poniendo una nota de peligro.
Queda la impresión, al llegar al cuarto de hora, que a diferencia de lo ocurrido en La Paz, la dos líneas de 4 de Uruguay, no se plantan tan pegadas como en esa ocasión. Queda un espacio a espaldas de los volantes uruguayos por donde los colombianos intentan armar las jugadas de ataque.
LESIÓN DE CÁCERES CAMBIÓ EL PLANTEAMIENTO CELESTE
Uruguay juega unos minutos con un hombre menos, como consecuencia de incidencia producida a la salida de un córner, cuando Cáceres fue a buscar el rebote algo desarmado, trancando con Cuadrado que le llevó la pierna derecha. Al retornar, el uruguayo no aguantó. Salió con el zapato izquierdo en la mano, lo que demostraba que se torció la pierna de apoyo provocándole un esguince. Ingresó Lodeiro. Cambio que modifica la estructura del equipo. Álvaro Pereira pasó al lateral y el jugador de Boca Jr. al mediocampo. La estructura de Uruguay pierde marcación en la mitad de la cancha.
Los minutos siguientes mostraron la dificultad de Uruguay para adecuarse a la variante de planteamiento. A Lodeiro le costó tomar contacto con la pelota. Se perdió la circulación del esférico a ras del suelo, al no tomar contacto con la pelota el recién ingresado. Apareció el “pelotazo” para buscar la salida ofensiva o la búsqueda del uruguayo Sánchez para escalar por la banda derecha, sumándose Maximiliano Pereira. Aunque sin claridad en la última jugada. Justamente, otra pelota quieta ejecutada por el futbolista de River Plate de manera perfecta, hubo “cortina” como en el básquetbol, elevándose sólo Godín. Impecable cabezazo y… apenas afuera contra el palo derecho de Ospina que no llegaba.
TODO POR LA DERECHA, PELOTA QUIETA Y CABEZAZO DE GODÍN
Justamente, por la vía derecha ser arrimó Uruguay después de una pelota que peleó Stuani. Tocó para Sánchez en profundidad. Despejó Murillo a medias. La pelota llegó la recuperó Maximiliano Pereira con una rara pirueta, desbordó como un wing, sacó el centro y la pelota se fue al córner. La ejecución de una nueva pelota quieta favorable quedó a cargo de “pies de seda” Sánchez. Centro perfecto y… sólo, cual si fuera un monumento, allí estaba el capitán Godín. Se elevó solo y metió un frentazo impecable, al centro del arco que, infló la red, debido a la potencia del heading. Uno a cero.
Colombia sintió el impacto. En la recarga, en un desborde por la izquierda, otro centro al área y Diego Rolán cabeceó en forma solitaria perdiéndose afuera. Estaba el segundo. El mismo Rolan, a los 39’ tuvo otra oportunidad luego de una pelota aérea que ganó Stuani al gigante Guarín, No. 13, habilitando al moreno atacante oriental que no llegó a tomar contacto con el balón.
EL ÁRBITRO MARCA INFRACCIONES FAVORABLES A COLOMBIA QUE NO EXISTEN
Comenzaron a sonar los tamboriles –ya cerca del final de la etapa- cuando aparecieron los celestes dominando el trámite del partido, llevando peligro al área de Ospina. En dos ocasiones rondó el fantasma del gol –con Rolan como protagonista- sacando a las apuradas y en última instancia la defensa visitante. El pitazo del juez llegó después de una infracción mal cobrada en perjuicio de Stuani, que en gran esfuerzo recuperó una pelota en zona defensiva, después de bajarla y ponerla contra el piso. La sanción equivocada del referee me deja dudas sobre su proceder, más allá de una acción violenta de Murillo, el No. 22 de Colombia, a quién mostró tarjeta amarilla. Sin embargo, me preocupa que el golero Ospina, al terminar la etapa, se acercó al juez a saludarlo y a decirle algo. ¿Qué le habrá dicho? Voy a observar su rendimiento con mayor atención en el segundo tiempo.
Los tamboriles siguen sonando en el descanso, rubricando una actuación de Uruguay correcta, donde exhibió en el cuarto de hora final un mayor nivel de juego que el rival, obteniendo un nuevo tanto de pelota quieta. Al fin y al cabo, se trata de una incidencia de juego.
