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Sin palabras

Ecuador le ganó 4:2 a Uruguay en el Estadio Rodrigo Paz, de Quito, por la segunda fecha de las Eliminatorias Sudamericanas al Mundial de Catar 2022.




Luis Suárez es la fiel imagen de una derrota uruguaya dolorosa por el resultado pero, sobre todo, por el trámite.


13 octubre, 2020
Eliminatorias Selección

Ecuador vapuleó a Uruguay, que realmente la sacó regalada en la altura de Quito, a juzgar por el trámite del partido. La celeste pudo ser goleada y cayó sin levante, aunque finalmente lo hizo por una decorosa diferencia de dos goles. Pésima fue la imagen dejada por el equipo uruguayo.

 

ERRORES Y HORRORES DEFENSIVOS

 

La defensa fue el Talón de Aquiles. Errores y horrores que por fortuna solamente costaron dos goles en contra en la primera mitad. La zona izquierda, en especial, fue vulnerada por completo: Matías Viña no hizo pie nunca y se vio superado en el 1-2 a toda velocidad que construyeron Mena y Preciado. Los ecuatorianos, avanzando con facilidad y profundidad por el sector derecho ofensivo, encontraron la veta del gol. Centro de Mena y cabezazo de Caicedo, solo en el área chica sin marca, directo a la red. Y cuando se moría la primera mitad, un defectuoso rechazo de un desconocido Diego Godín –una sombra del futbolista que conocemos- le entregó la pelota a Estrada, quien sin marcas y desde el punto penal fusiló a Campaña, para decretar el segundo tanto ecuatoriano.

 

Tampoco el ataque funcionó, porque la selección, sin generación de fútbol, no consiguió inquietar nunca al fondo local.

 

SUÁREZ MAQUILLÓ LA DURA DERROTA

 

Óscar Tabárez metió mano en el equipo en el entretiempo. Mandó a la cancha a Darwin Núñez y a Nicolás De La Cruz, intentando una reacción futbolística. Que pareció llegar de arranque con el gol convertido por el delantero artiguense, anulado por el árbitro Roldan, tras consultar al VAR, por mano del uruguayo. Correcta decisión del colombiano, que se mostró firme durante toda la tarde.

 

Fue una ilusión óptica, porque apenas dos minutos después Estrada, entrando como perico por su casa en el área celeste, convirtió el tercer tanto local. Otro gravísimo error de Diego Godín, quien increíblemente dejó pasar al delantero ecuatoriano con pasividad y lentitud. Fue el mazazo definitivo.

 

El partido se hizo totalmente cuesta arriba. Hasta por momentos fue baile del dueño de casa, que jugó a su antojo. Dominó trámite y pelota. La misma pelota que se dio el lujo de mover de un lado a otro ante la impotencia total de los uruguayos.

 

El juvenil Plata, en notable jugada individual -les faltó aplaudir a los defensores celestes- convirtió un auténtico golazo, producto de una serie de pases cortos en ofensiva propios de una gran delantera brasileña. Fue el cuarto local, y sentenció la merecida goleada.

 

Luis Suárez, en los minutos finales, transformó dos tiros penales en goles, simplemente para maquillar el tanteador  y no hacerlo tan catastrófico.

 

Fea derrota de Uruguay. Sin palabras.