Dos ilusiones, dos sueños; Uruguay ante todo
Comparten la misma pasión: el handball.
Así son estas deportistas, al igual que todos aquellos jugadores que fin de semana tras fin de semana arman el bolso para ir a jugar al handball, ese deporte que tanto los apasiona y por el cual realizan esfuerzos por demás resaltables.
Las selecciones de Uruguay femenino tanto en la Federación como en la Liga Universitaria se aprontaron desde comienzos de año para desafíos muy importantes. Por un lado las chicas universitarias representaran por primera vez en la historia a Uruguay en unas Olimpiadas Universitarias. Para ser más preciso, es la primera vez que un grupo femenino uruguayo estará en una competencia de este tipo.
En el otro rincón encontramos al combinado de la Federación, grupo que este año tiene una competencia internacional muy exigente luchando por la clasificación al Mundial como último objetivo.
Este repaso por lo alto que he realizado es solo un sencillo resumen de la situación deportiva en la que ambos representativos se encuentran.
Podríamos caer en la simplicidad de mencionar los problemas económicos, las mil y una acrobacias que dirigentes, padres y jugadoras realizan para solucionar lo financiero, quitándole un tiempo precioso a la preparación y desviando la atención hacia temas extra deportivos. No lo vamos hacer.
El miércoles 13 de mayo y el viernes 15 del mismo mes, tanto Carolina Rial como Miguel Berger coordinaron disputar dos encuentros de preparación, importantes minutos en cancha para ambos combinados con miras a su futuras competencias.
Lo de menos fue el resultado, lo primordial era poder realizar movimientos, estrategias, jugadas ante un oponente que las exigiera al máximo y ello se logró con creces.
Pero por sobre todas las cosas hubo algo más importante aún, una comunión entre todas por defender lo más lindo que tenemos: la camiseta celeste, Uruguay primero.
A minutos nos encontramos de la partida hacia Cuba de las chicas de la Federación y sobre fines de junio emprenderán viaje hacia Corea las universitarias, experiencia única para todas. De ninguna manera dudamos las ganas que tiene todos los que integran ambos grupos de dejar bien alto a nuestro pequeño país pero lo mejor que se pueden regalar y regalarnos es vivir esto como un deporte, disfrutar lo que les gusta hacer.
