Ultimos retoques a la cancha
El funcionario en su tractor y los últimos retoques en el campo de juego.
El funcionario en su tractor da los últimos retoques al campo de juego.
Escribe Atilio Garrido / Fotografías Fernando González
TEMPRANO: Con casi cinco horas de anticipación llegamos al estadio Arena Pernambuco en Recife. Muchas eran las versiones sobre el largo tiempo que tendríamos que pasar en la ruta para llegar a la sede del partido. Sin embargo, el tránsito que encontramos era muy ágil, sin ningún atascamiento, lo que permitió que en apenas 25 minutos recorriéramos el trayecto desde el centro hasta el estadio.
IMPECABLE: La Arena Pernambuco fue construida para la Copa del Mundo de 2014, como uno de los estadios totalmente nuevo que se erigieron. El lugar elegido es perfecto. Un enorme descampado, con algunas leves pendientes y, en medio de esa inmensa zona sin construcciones a su alrededor, se eleva el estadio. Cuando se va llegando desde la autopista, se lo divisa desde un plano superior, quedando allá abajo, impresionante. Totalmente blanco y techo en todas sus tribunas, al escenario no le cabe ningún reproche.
VIDEO: Llegamos, nos dirigimos al tercer piso y nos instalamos en el pupitre de prensa asignado. Casi al instante llegó el wi fi de toda velocidad. En una palabra, las mismas comodidades de la Copa del Mundo de 2014, se mantienen en perfecto estado. Como era tan temprano, asistimos a todas las pruebas que se realizaban en materia de sonido y difusión de un video. Lo observamos. Realmente espectacular. Producido especialmente para el partido de hoy, mezclando escenas a color con blanco y negro, sin faltar el gol de Ghiggia en Maracaná.
PROLIJIDAD: Han transcurrido dos años desde el mundial de Brasil. Las instalaciones exteriores e interiores de la Arena Pernambuco se mantienen como en aquel momento. Fuimos al baño, los del sector de prensa y el lujo interior impresionaba. No exagero si afirmamos que presentaban igual confort, funcionalidad y servicio similar a los del Conrad. Papel para las manos, jabón, ojo eléctrico que acciona el agua del mingitorio. No sabemos cómo estarán los de las tribunas, pero se nos ocurre que por la conservación que presenta todo el estadio, debe ser igual.
PRIMERA VEZ: Según afirman aquí el partido de esta tarde es el primero que disputará la selección de Brasil en este escenario. Nunca antes ha jugado aquí.
CESPED: Impresionante el estado del campo de juego de la Arena Pernambuco. Realmente un paño de billar, de color perfecto, tenuemente diferencias las rayas dibujadas de exprofeso para darle una suave tonalidad de dos matices del verde.
RODILLO: Desde las 18.00 horas, es decir desde hace una hora mientras escribimos este envío, un rodillo está siendo pasado por toda la superficie de la cancha yendo y viniendo de un largo a otro del campo de juego. Desde nuestra posición en la tribuna nos da la impresión que su peso no es muy grande. Para nada comparable con aquellas máquinas enormes de rodillo gigantesco, que se utilizaban en la construcción de calles. Esta tiene delante dos rodillos que parecen aluminio y el rodado que lo impulsa parece no ser agresivo para el césped. No deja ninguna marca. Solamente parece nivelarlo para mantener esa condición de paño de billar.
RIEGO: A las 19.20 horas, después que se fue el rodillo, comenzaron a regar la cancha. Inicialmente prendieron los cinco potentes aspersores ubicados en la línea de la mitad de la cancha y a los costados de ella, para mandar mucha agua a la zona central del campo. Como se sabe, una cancha mojada es un terreno muy rápido, donde la pelota corre más y es más difícil dominarla.
Garra charrúa, la bandera que aparece colgado del primer balcón del estadio.
