Derecho Deportivo. Comentarios al decreto de la Presidencia 268/017
Dr. Hugo Enrique Alvez Cuñetti
Días pasados nos sorprendimos con el dictado por parte de la Presidencia de la República de un decreto prohibiendo a los clubes la cesión de derechos de deportistas a personas físicas. El affair Fonseca-Palma motivó la reacción del Gobierno “bueno” a reprender a los contratistas “malos” con el dictado de una norma que es inadecuada tanto desde el punto de vista político, como jurídico y lo que es peor, desconoce la realidad del mercado de las transferencias, perjudicando a quienes pretende proteger que son los clubes.
Decimos que es inadecuada desde el punto de vista político porque fue dictada entre gallos y medias noches, sin consultas de ningún tipo a los involucrados, e ignorando a la Comisión Especial de Deportes de la Cámara de Representantes, con quienes la Secretaría de Deportes se reunió con fecha 29 de agosto de 2017, actuando de forma totalmente diferente a lo allì acordado. En dicha reunión quedó claro que el problema de las transferencias no podía resolverse solo con una norma, que debía escucharse a todas las partes interesadas en un proceso consensuado. Nada de eso ocurrió, descolgándose el Gobierno con el dictado de este decreto “voluntarista”, que a nuestro criterio implica un tiro de gracia para la economía de las instituciones de fútbol.
Decimos ésto, porque sin consultas de ningún tipo a los principales referentes de los clubes y representantes, se priva a las instituciones de su principal fuente de recursos sin proponer fuentes alternativas de financiamiento. Quien va a poner el dinero faltante? Porque si los clubes no pueden ceder los derechos económicos de sus futbolistas, lo que hasta ahora les permitía el sustento, van a faltar millones de dólares que dejarán de percibir y el Gobierno no previó tal circunstancia. Va a poner el dinero el Gobierno? Van a poner el dinero los “Más unidos que nunca” ?, ya que bajo el paraguas de sus mediocres actuaciones, supuestos “éxitos deportivos”, o liderazgos e idolatrías han dado pie a una supuesta revolución del sistema que no tiene objetivos muy definidos.
La norma en análisis, y la ley 14996 en la cual se funda el decreto, a mi criterio tienen claros visos de inconstitucionalidad. Según el art. 7 de la Constitución no pueden limitarse derechos sin una ley aprobada por razones de interés general. La ley 14996 es un decreto aprobado en dictadura, convalidado como Decreto –Ley con el advenimiento de la democracia, pero obviamente no es una ley dictada por razones de interés general. Refiere a una actividad profesional concreta, que solo interesa a los partícipes del sistema. Porqué se limita la cesión de derechos de futbolistas y nada se dice, por ejemplo, de los músicos que ceden sus derechos a las compañías discográficas, o de los modelos a sus agencias, o de los actores a las grandes empresas de cine?
En este caso es peor, ya que se prohíbe una actividad privada mediante un simple decreto.
La norma se entromete en la vida de una persona jurídica de derecho privado, la AUF, ordenándole controles y hasta indicándole que sanciones aplicar a sus afiliados!
El decreto adolece además de graves defectos desde el punto de vista técnico.
En primer lugar, solo prohíbe la cesión a personas físicas, pero la permite a personas jurídicas reconocidas por el Estado, por lo cual si la cesión se hiciera a una sociedad comercial sería lícita.
En segundo lugar se funda en el art 18 ter del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencias de Jugadores de FIFA, que prohíbe los TPO,o sea la cesión a terceros de derechos de futbolistas, pero olvida que dicha norma es muy cuestionada por todos los actores del fútbol y que ya existen pronunciamientos jurisdiccionales en su contra. Así, el Tribunal Federal Suizo en el caso del futbolista Rojo, ya dictaminó que la cesión de derechos a fondos de inversión es válida para el Derecho Suizo. Tanto la FIFA como el TAS son personas jurídicas regidas por el Derecho Suizo, y los laudos del TAS son recurribles ante el Tribunal Federal Suizo, por lo que cualquier prohibición o sanción aplicada por FIFA o TAS en última instancia sería revocada por dicho Tribunal.
Además el decreto implica una intervención estatal en el fútbol, lo cual es expresamente prohibido por FIFA, exponiendo a la AUF a sanciones.
Y por si fuera poco se disponen sanciones a las personas físicas que violen la norma por decreto!
En tercer lugar, se desconoce la mecánica de la transferencia de jugadores, al exigir la presentación de una declaración jurada previa a toda transferencia ante la Secretaría Nacional del Deporte. Imaginemos una transferencia de última hora, donde hay que matchear TMS, solicitar CTI etc. antes del cierre de la ventana de transferencias, lo cual ocurre muchas veces a altas horas de la noche. La Secretaría Nacional del Deporte va a hacer horas extras? Y si los representantes de los clubes se encuentran en el exterior cerrando la transferencia?
También muestra un profundo desconocimiento de la realidad de los clubes, a quienes exige la individualización de las cuentas a utilizar, cuando la mayoría de los clubes ni siquiera tienen cuenta bancaria! Es más, los bancos controlados por el Estado amenazan a los pocos clubes que las tienen con cerrarlas y hay bancos que ni siquiera abren cuenta a clubes de fútbol.
Y volviendo al principio. Lo peor es cortar de plano la principal fuente de recursos a los clubes sin soluciones alternativas, lo cual es un tiro de gracia para quienes pretenden tutelar.
No es por el camino de la prohibición que se encuentra la solución. Creemos que reglamentando las cesiones de derechos, permitiendo a los clubes hacerlas debidamente asesorados y con los debidos controles de sus comisiones directivas, se reconocería una realidad del mercado que es la que ha sostenido al fútbol hasta el día de hoy. Como en todos los órdenes de la vida hay contratistas buenos y de los otros, pero no es el camino demonizar en general a una profesión, cobrando al “grito” y sacando al fútbol (clubes) millones de dólares que lo sumirán en mayores problemas de los que hoy tiene.
Veremos como sigue la historia. Hasta la próxima.
