Peñarol, una pena máxima
Defensor Sporting y Peñarol empataron 2:2 en un gran partido con goles, emoción y polémica al final en el penal a través del VAR en los minutos adicionales.
Defensor Sporting lo gritó como triunfo y Peñarol no disimuló el desencanto en un final cargado de emociones. El partido, en el Estadio Luis Franzini, estuvo a la altura. Ofreció intensidad, goles y suspenso hasta los diez minutos adicionales. La polémica se instaló en la última jugada donde el árbitro Andrés Matonte sancionó penal a través del VAR –hubo mano de Santiago Homenchenko- pero el primer asistente había levantado la bandera por posición adelantada del juvenil Cambón. Sin embargo, el juez marcó el punto penal y Álvaro Navarro definió con precisión para la alegría del local en el 2:2.
Peñarol pasó por todas las sensaciones en una noche repleta de incertidumbre. La certeza pasó por su enorme goleador: Matías Arezo. El goleador resurgió al equipo para sellar la primera igualdad en una carambola con el olfato intacto del atacante que siempre está vivo. Además, el Nº19, retrocedió para jugar y generó los mejores momentos. En el segundo gol, protagonizó una notable jugada donde resolvió y rebote mediante en el arquero, hizo posible la ventaja.
El aurinegro arrancó con presión en campo rival y luego padeció. Salvo un cabezazo de Abel Hernández que exigió al arquero Nicolás Rossi, no asistió a los delanteros. Ignacio Laquintana alertó en un par de corridas. Después, el arquero Thiago Cardozo lo salvó en un par de oportunidades ante Fernando Elizari y Arezo lo rescato para pensar en los tres puntos. Logró uno y sigue arriba en el Apertura.
El equipo de Alfredo Arias la pasó mal en gran parte del juego. Los minutos de Carlos Sánchez, en el pase, y del juvenil Homenchenko –en el cierre la mano determinó el penal en el VAR- le dieron aire al carbonero.
Defensor Sporting jugó para irse por lo menos con un punto. El 2:2 de Álvaro Navarro lo hizo gritar en el penal como desahogo. Antes, no resolvió en situaciones para culminar. Entonces, la aceleración de Matìas Abaldo y el fútbol de Elizari chocó con la imprecisión en la última estocada. El golazo de Adrián Balboa hizo soñar a la violeta todo y en la adversidad, insistió y recargó el ataque en una noche con el corazón a pleno.