Ramos, el grito de Peñarol
En el reestreno de Leo Ramos como entrenador, los aurinegros vencieron 3.2 a Defensor Sporting en el Estadio Franzini. Kevin Méndez, Ignacio Laquintana y Juan Manuel Ramos marcaron los goles.
Juan Manuel Ramos, en el grito de desahogo del tercer gol de Peñarol, para dar algo de alivio a una racha adversa.
Peñarol ganó aire en la turbulencia y comenzó el segundo capítulo de Leo Ramos como entrenador con una victoria 3.2 a Defensor Sporting, en el Estadio Luis Franzini. Los aurinegros sellaron la primera alegría del Clausura en un partido donde ganaban por dos goles, atravesaron la incertidumbre del empate y resurgieron gracias a un cabezazo de Juan Manuel Ramos.
La eficacia fue una virtud evidente del carbonero, y asomó con claridad en los goles para golpear en momentos oportunos. El partido se abrió en el comienzo a través de un potente derechazo de Kevin Méndez que dio en el palo izquierdo y se metió. También sobrevoló la contundencia en la cruzada de Yonatthan Rak desde la zaga a la ofensiva. La jugada derivó en la definición de Ignacio Laquintana que rozó en Renzo Rabino y que desubicó al golero Nicolás Rossi. El tercero de Juan Manuel Ramos, con la alarma encendida, desactivó la tensión en una instancia límite.
El comienzo de esta nueva era de Ramos, el DT, exhibió los ajustes del cambio de mando con Busquets en el lateral derecho, con el debut del zaguero Yonatthan Rak y con el ataque argentino conformado por Lucas Viatri junto a Hernán Rivero. El ex Wanderers fue valioso en el juego aéreo. El nuevo estratega no tuvo tiempo, sin embargo, para avanzar en cambios profundos. Entonces, Peñarol priorizó ser práctico en la zona defensiva y sorprender arriba. La nueva versión, en apenas tres días de trabajo, se adaptó a la circunstancia de intentar ser compacto y vertical.
Defensor Sporting insinuó su fútbol dinámico y con presión por las bandas, aunque no pudo salir de la confusión en la primera parte. El VAR le anuló un gol por posición adelantada en una ráfaga del local que conectó a Agustín Sant’ Anna con Fernando Elizari. En el tiempo final, un golazo de Adrián Balboa lo hizo resurgir. El empate parcial de Facundo Mallo, en tanto, lo empujó a remontar. Pero la desatención defensiva lo condicionó. Y Ramos hizo gritar a Peñarol.
