Villa Española con amor
Fue inaugurado el monumento que distingue a Obdulio Jacinto Varela, Julio César Britos y Juan Burgueño, héroes del Maracanzo, en pleno corazón de Villa Española.
Obdulio Jacinto Varela, el gran capitán del histórico triunfo uruguayo sobre Brasil, en el Estadio Maracaná de Río de Janeiro, junto a sus compañeros de selección en el mundial de 1950, Julio César Britos y Juan Burgueño, fueron homenajeados por los residentes de la populosa barriada de Villa Española.
Se inauguró el monumento que los ensalza por siempre a los tres campeonísimos en el espacio libre circular situado en la intersección de las calles Ing. José Serrato y 20 de febrero, frente por frente mismo a la casa en la que vivió el propio Obdulio, en compañía de su señora esposa Catalina. En la estela escrita en la escultura luce el siguiente texto: “Villa Española a: J. Burgueño, O. Varela, J.C. Britos, Campeones de Maracaná 1950”.
El hijo de Julio César Britos, impulsor del justo reconocimiento y el nieto de Juan Burgueño, con profunda emoción participaron del acto del descubrimiento del mural, obra del artista uruguayo Álvaro Errandonea, que lo diseñó con pequeños mosaicos azules y blancos.
Los periodistas Atilio Garrido, Sergio Gorzy, Jorge Baillo, Javier Máximo Goñi y Eduardo Rivas, fueron los oradodores, y quienes se encargaron de enaltecer las figuras de los campeones del mundo.
La profesora María Inés Obaldía, directora de cultura de la comuna capitalina, y representantes de la secretaría nacional del deporte, las autoridades presentes.
Se eligió realizarlo precisamente en esta fecha, miércoles 20 de setiembre, coincidiendo con el 106° aniversario del nacimiento de “El Negro Jefe”, uno de los iconos más grandes de la cultura popular uruguaya, respetado y recordado por el pueblo como un prócer intocable.
Es famosa y perdura en el tiempo su encendida arenga, cuando plantó bandera y con su tono de voz impetuosa les habló a sus compañeros en el vestuario, antes de salir a la cancha a enfrentarse al poderoso scracht brasileño y a las 200.000 personas que rugían en las tribunas del Maracaná, “no piensen en toda esa gente, no miren hacia arriba, la final se juega abajo. Los de afuera son de palo”.
Los inolvidables héroes de Maracaná y la afectuosa distinción que les tributó su barrio, Villa Española