Guillermo De Amores, el arquero que se trajo el Guante de Oro del Mundial sub 20 para “su” San Jacinto
Fue el mejor arquero del Mundial sub-20 de Turquía, reconocido por la FIFA, que le otorgó el Guante de Oro del Campeonato. Guillermo De Amores, 19 años, arquero de Liverpool, que nació y comenzó a jugar al fútbol en San Jacinto, departamento de Canelones, nos cuenta la emoción del recibimiento que su pueblo uruguayo le dio a todo el equipo celeste Vicecampeón y que en particular le dio a él, su Pueblo de San Jacinto.
“Arranqué a los 6 años en el baby fútbol del Club Vida Nueva Deportivo San Jacinto. Hasta los 11 jugué ahí y en el selección regional del Este, con sede en Pando. Después jugué en AUFI, en Danubio, desde los doce años. Estuve dos años en AUFI de Danubio y en la Séptima también en Danubio. En sexta quedé libre y vine a Liverpool, con 15 años.
Tengo el mejor recuerdo de San Jacinto, de los torneos que ganamos, los compañeros, todo medio chiquito, todos amigos. Hoy en día nos vemos, la mayoría seguimos en contacto. Otros compañeros de mi generación también tuvieron su continuación en clubes de la capital, como Exequiel Calastrete, en River, en Central…
Cuando vine a jugar a Montevideo extrañé la gente, la forma de vida, todo… tenía hora y media de viaje, desde San Jacinto y fue un sacrificio que valió la pena, sacrificio que después también hizo mi viejo, que a veces terminaba de trabajar a la hora que yo terminaba la práctica y mi viejo me levantaba. Entrenábamos en el Forno, En camino Carrasco, después en el Complejo Del Campo. Ahí conocí a uno de mis compañeros de selección, con Gianni (Rodríguez) salimos campeones juntos de Octava y Preséptima. A Emiliano Velázquez también ya lo conocía de la Séptima de Danubio. En Liverpool estuve con Rodrigo Aguirre, ganamos el Vicecampeonato en sub-16 y a los otros compañeros de esta selección de Turquía los he enfrentado en los campeonatos de formativas y con varios estuvimos juntos en la Sub-17. Tanto la Sub-17 (también Vicecampeona Mundial) como esta sub-20 fueron grupos muy buenos, a los que te adaptás rápido, buenas personas”.
–¿Siempre jugaste de arquero?
-“En el baby a veces de golero y a veces, un rato, de 9”.
En el Mundial sub17, en México, fue suplente de Matías Cubero.
-“Los primeros momentos no los podés creer… estás jugando una final del mundo y es una emoción enorme. 120 mil personas en la tribuna. Uno desde el banco, apoyando a los compañeros. Pensás en todo lo que pasó para poder llegar a eso, todo lo que te hace sentir orgulloso de la celeste, que se lo merece, y de mis compañeros para llegar ahí arriba”.
-Debutó en Primera División en el estadio Centenario, a los 17 años recién cumplidos.
-“Se lesionó Matías (Castro) y fue un cambio muy ilmportante para mí, pasar de juveniles a entrar con Nacional en el Estadio lleno de gente, fue responder a un sueño y hacer lo mejor que se podía. La verdad, uno no quiere perder y menos un partido de esos que estaba lindo para un buen resultado, con mucha gente de liverpool que había acompañado. Nacional tenía que ganar para salir campeón y también tenía grandes jugadores, incluyendo a Recoba que me hizo el gol”.
-Otra final del Mundo: Estambul
-“Hace cuarenta días la gente no tenía con nosotros la expectativa que tuvo con otras selecciones, no tanto, pero de a poquito nos demostramos a nosotros mismos que todos juntos, tirando para el mismo lado, se puede. Demostramos a grandes potencias que Uruguay está vivo y siempre va a dar pelea en el momento que sea”.
-¿Qué entrenadores influyeron más en tu formación?
-“Siempre tuve muy buenos técnicos, me queda el recuerdo de todos, no me quiero olvidar de nadie. En Danubio Gustavo Machaín, en Liverpool, también, Aldo Correa, en la selección Fabián Coito, Juan Verzeri y todo el cuerpo técnico de la sub 20. Entrenadores de arqueros, Carlos Arias en Danubio, Pablo Fernández que siempre me apoyó y me sigue mucho, le estoy muy agradecido, fue el que dio el okey para que yo llegue a Liverpool. (Luis) Barbat me ha enseñado muchas cosas y tengo muy lindos recuerdos también de Andrés Larrosa. El mellizo Menéndez en Liverpool, gran persona y entrenador”.
-¿Trabajaron con Verzeri la definición por penales?
-“Sí. Yo no había tenido en mi carrera muchas oportunidades de definiciones por penales, pero había tenido penales y no me había ido mal. Con Verzeri estudiamos tanto a Irak como a Francia, quiénes podían patear. Con Francia, como no había definido antes por penales, teníamos menos referencias. En el último penal casi llego, pero no se pudo”.
-El guante de oro
“Algo hermoso que se le da a uno, que es la muestra del sacrificio y el trabajo que hay que hacer siempre. Con esas cosas los premios y el rendimiento llegan solos.
Estoy muy agradecido y emocionado por el recibimiento que nos dieron (en Montevideo a toda la delegación) y muy agradecido a la gente de San Jacinto”.