3 millones con Danilo Baltierra: “los uruguayos jugamos como somos”
Danilo Baltierra, entrenador de Cerro, mano a mano con Tenfield.com.
Fino trabajador de la realidad sin cortarse el vuelo, Danilo Baltierra está entrenando al equipo del club del que es hincha, en el barrio donde radica una parte enorme de su identidad. Se define por un “juego rápido e inteligente, sin saltear las líneas, dinámico, de buena elaboración, tanto ofensiva como defensiva -en un equilibrio- y con un rasgo fundamental: la motivación tiene un gran porcentaje de incidencia”.
Danilo Baltierra, entrenador de Cerro, mano a mano con Tenfield.com.
¿Cuándo y por qué decidiste ser entrenador?
Después de dejar el fútbol estuve un tiempo medio alejado, porque no quería involucrarme, era como que necesitaba hacer un duelo de jugador, de veinte años de una rutina. Estaba en facultad (de Economía) y en un momento me di cuenta que lo que necesitaba era conseguirme un laburo más vocacional. La economía no me motivaba tanto. Hice el curso del ISEF con la idea de empezar a trabajar en formación y tuve la oportunidad en divisiones iniciales de Peñarol. Ahí me di cuenta que de nuevo el fútbol me iba a atrapar.
¿Qué entrenadores influyeron más en tu formación?
El primero un compañero para todos nosotros desde el punto vista humano: el Negro Vargas. Después el Mudo Álvarez, que trabajaba muy bien. Luego estuve en una selección con Tabárez, en las juveniles -yo con diecisiete años-, pero también me formaron los deportes de chicos: la natación, que practiqué en el Neptuno y en la playa del Cerro -todos los veranos los pasaba en el agua- y el básquetbol que jugué en Verdirrojo, con un buen entrenador, Hugo Vázquez, el Pocho, que jugó en Sporting y en Verdirrojo. Llegué a jugar un ascenso en Primera División de Verdirrojo cuando tenía quince años.
¿Qué diferencias encontraste en los entrenamientos en los distintos momentos de tu carrera?
Hoy son más dinámicos, más específicos, más individuales y por sectores del campo. Antes eran más globales, a la vez que menos integrados con lo físico, y hoy la táctica utiliza cada vez más ejercicios que recrean los contextos reales.
¿Existe una escuela de fútbol uruguayo? ¿Varias?
Uruguay juega al fútbol porque jugarlo es parte de su cultura. Los uruguayos jugamos como somos. Por ahí alguien te puede decir: “¿por qué no jugamos como Chile, por ejemplo?”, pero Uruguay tiene un acerbo histórico dominante que marca la lucha, marca la consecuencia con lo que se hace y también el querer ganarle a todo lo que se presenta. A veces nos cuesta -porque somos un país chico- integrarnos al resto de América y yo creo que debemos hacerlo. Tenemos que ir aprendiendo, porque aparte de los positivo de nuestra historia y nuestra actitud, es importante agregarle políticas deportivas nacionales, especialmente ahora, cuando la sociedad se ha vuelto tan individualista y tan poco social. Ahora es raro ver a un gurí jugando en el barrio. Los humanos somos seres de movimientos y esta sociedad te quita estímulos para los movimientos. Igual salen jugadores porque es muy fuerte la pasión con que aquí se vive el fútbol, pero necesitamos más educación, más docencia con gestión, sobre todo necesitamos gestión. Sin gestión estamos en el horno.
¿Qué importancia le das a la parte teórica de tu trabajo?
Trabajar a partir una teoría es importante, pero se retroalimenta con la práctica. La teoría está sujeta a una constatación empírica: se plasma en la práctica si me da resultado, pero es recíproco, porque yo también imagino un ejercicio con contenido táctico si la práctica requiere que se lo traslade.
¿Cuáles son en tu opinión los aspectos más importantes de la práctica?
La consistencia del método, la continuidad, la repetición, el tiempo del proceso de las repeticiones, la organización, llevarla a cabo y… el resultado.
El “sistema” o la “figura” táctica, ¿qué importancia tienen en el conjunto del entrenamiento de fútbol?
Los sistemas son límites que tienen que ver con los jugadores que tenés, son una forma de presentar una elaboración, una forma, un camino… Se puede cambiar, no hay problema, son muy flexibles los sistemas, porque el fútbol es muy asociado todo.
¿Trabajás con videos?
De acuerdo a las posibilidad que tengo. Si puedo, lo hago. Trato. Ver los errores en una pantalla es importante, pero estamos limitados para que lo vean los jugadores. Lo hago yo.
¿Acostumbrás leer sobre fútbol?
Leo y escucho muchísimo a todos a los entrenadores porque aprendo.
¿Qué modelos o espejos, de equipos y de entrenadores encontraste y encontrás en el ámbito mundial?
Me gustan entrenadores diferentes por cómo plantean con las posibilidades que tienen. Guardiola, por ejemplo, el fútbol que hace con el Bayern tiene juego por afuera más individual que el que hacía con el Barcelona y todavía no lo plasmó en el Bayern… el Chile de Sampaoli es sumamente vertical, es una diferencia con el de Guardiola y me gusta también… el fútbol italiano es sumamente táctico y me gusta mucho también. Me gusta el fútbol que se la juega. Está muy bueno plasmar una idea futbolística, con juego rápido e inteligente, sin saltear las líneas, dinámico, de buena elaboración, tanto ofensiva como defensiva -en un equilibrio- y con un rasgo fundamental: la motivación tiene un gran porcentaje de incidencia.
