Crónica de viaje (8): “El Dalton”, Gorzy, la prensa, la TV y parte de mi historia
Escribe: Atilio Garrido / Fotografías: Fernando González (enviados especiales)
-¿Para dónde vas?
-Soy periodista deportivo. Voy al mundial de España enviado por “El Diario” y Radio Carve. Me bajo en Lisboa y desde allí me tomó una tren hasta Madrid.
-Yo viajo a Israel. Un amigo de mi esposo y mío está empezando en esa profesión y también va al mundial.
-¿Sí? ¿Quién es?
-El apellido es Gorzyczanski. Para la radio donde trabaja es Sergio Gorzy.
-Lo escuché varias veces. Está en Radio Sarandi. Tengo la impresión que tiene condiciones.
El diálogo se produjo en un vuelo de la desaparecida KLM que me llevaba a cubrir la Copa del Mundo. Ocupaba la Dirección de Deportes de “El Diario” y estaba a mi cargo toda la información de ese tipo en Radio Carve, la que se transformó a partir de 1977 cuando ingresé dentro de un proyecto que, puesto en marcha, llevó a la emisora desde el fondo de la bolsa al segundo puesto detrás de Montecarlo. Me enteraría después, que la muchacha era esposa del “Mellizo”, un íntimo amigo de Sergio. Finalizado el mundial, cuando se encontraron, él no podría creer que yo supiera de su existencia. Ocurre que desde siempre, cuando también soñaba con trascender algún día, escuchaba y por lo tanto conocía a todos los periodistas deportivos de Montevideo y Buenos Aires, incluyendo a los que recién comenzaba. De todos ellos me iba formando mi propia opinión. En ese entonces, acumulaba 14 años de trayectoria en franco ascenso y desde mis puestos de dirección siempre andaba buscando descubrir valores jóvenes para tenerlos presentes si la oportunidad de darles una chance se presentaba. En ese momento Gorzy hacía unas pequeñas intervenciones en “Sarandí Fútbol”, que se emitía de lunes a viernes a las 20.00 horas. El relator Moreno Mederos, el Dr. Rodolfo Larrea y Raúl Barizzoni, tenían a su cargo los relatos de los partidos y llevaban adelante el programa. Sergio metía la cuchara cuando lo dejaban. A mi juicio se destacaba por su enfoque positivo, tenía ocurrencias diferentes a pesar de que su voz no estaba a la altura de lo que en aquel entonces se exigía: una perfecta dicción y un tono alto, siempre arriba. Interiormente lo registraba, pensando que era diferente y podía llegar…
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El 13 de junio de 1982, Bélgica le ganó a la Argentina de Maradona 1:0 en el partido inaugural de la Copa del Mundo de España. Casi nadie quedaba en la tribuna de prensa del Nou Camp de Barcelona. Se me acerca un jovencito de abundante pelo rubio, grandote de cuerpo, de ojos celestes.
-Perdone que lo moleste. Vd. es Garrido. Yo soy Sergio Gorzy, me podría sacar una foto…
Vaya uno a saber el porqué, como había terminado mi tarea y me iba, lo invite a salir juntos. En ese viaje formamos grupo con Dalton Rosas Riolfo y Carlos Penino, que viajaron también por Radio Carve, para mandar materiales para el tradicional “Rumbo al Deporte”, que se emitía desde las 13.00 horas por CX 24 Radio El Tiempo. Aquellos eran años de conexiones deficientes y muy caras, lo que hacía imposible para los periodistas las emisiones en directo para programas. Apenas alcanzaba la inversión para realizar las transmisiones de los partidos, y en ese mundial Uruguay no participó. A la salida del Nou Camp les presente a “el Dalton” y a Penino a Sergio, así como también a Ruben Pellicer y Antonio Aufe, ambos amigos comunes con Rosas Riolfo debido a que se dedicaban a organizar espectáculo y, además, Pellicer era concesionario del Estadio Centenario de diversos rubros. Entrador como siempre fue, desfachatado con simpatía natural, la sonrisa de Sergio pasó a formar parte del grupo. “El Dalton” era un verdadero patriarca, un tipo fuera de serie, un hacedor que incursionaba en el fútbol (fue jugador de Nacional y Liverpool, además de uno de los fundadores de la Mutual de futbolers), el carnaval con su “Milonga Nacional”, organizaba “La Criolla de Bella Vista” con el indomable “Paleta Quemada”, tenía “El Jardín de la Mutual” y desarrollaba la actividad de los payadores en la radio andando con ellos por todo el Uruguay.
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Sergio se integró al grupo como el más joven. En esos diálogos amplios durante las cenas, me enteré de su pasión por el fútbol y por su enorme afán de “ser periodista”. Me contó que en un viaje en Aliscafo cuando fue a ver jugar a Peñarol-River Plate y Defensor-Boca Jr. por la fase de grupos de la Copa Libertadores de 1976, descubrió que allí iba el Dr. Ariel Delbono, nacido en Tacurembó, dirigente de OFI de notoriedad. Un mediático de aquel tiempo. Se le sentó al lado y le dio una masa terrible hablándole de fútbol. Ariel, nacido en Tacuarembó, llegó al fútbol montevideano como dirigente de OFI. Muerto Carlos Solé en 1975 y con Hebert Pinto yéndose de Radio Oriental para CX10 Radio Ariel, el tablero de la narración futbolística se sacudió. Víctor Hugo Morales llegó de la mano de Enrique Destri a CX12 y un grupo de jóvenes empresarios (Julio Alonso, Carlos Labadia y Jorge Lencina) compraron un espacio en CX 32 Radio Sur, a puro pulmón y con gran esfuerzo contrataron al excelente comentarista argentino Enzo Ardigó y le dieron la chance a Carlos Muñoz a quién llamaron “el relator rapidísimo”, por la velocidad de sus narraciones. Inesperadamente, una noche de verano de enorme humedad y calor, en los vestuarios del Estadio Centenario, se murió Ardigó. Ese día jugaban un partido amistoso Uruguay ante el Santos, previo a las eliminatorias de 1977. Probaron con Adolfo Oldoine (Old) para suplantarlo. Pero… estaba viejo. Entonces “inventaron” comentarista al Dr. Delbono. A raíz de aquel conocimiento nacido en el Aliscafo, seguidor como perro de sulky, Sergio continuó manteniendo contactos con Ariel, quién le brindó una oportunidad de empezar a “ser periodista”, justamente cuando él debutaba en la profesión en Radio Sur.
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De sus comienzos en CX32 con los relatos de Muñoz y la previa de Robert Sierra, el final de su tarea allí no tiene desperdicio. Cobraba “chirolas” que alimentaban sus sueños futuros. La muerte de Ardigó fue un impacto para la audiencia que crecía cada día. Se agregó una situación que determinó su inmediata renuncia –obvio que conozco el motivo porque fue algo público con una solicitada que apareció en los diarios firmada por los socios-, todo lo cual trajo aparejada la reducción de gastos. En ese tren, uno de los socios -Jorge Lencina- lo llamó, le mostró un casette de aquellos que usaban los grabadores y crudamente le dijo: “mirá pibe, con tu sueldo compro un casette más por mes, y nos hace más falta el casette que tu laburo”. Con toda la desilusión del mundo a cuestas, pero redoblando la pelea, cuando sonó la hora de Argentina de 1978, Sergio se revolvió como gato entre la leña para integrar el grupo de ser colaboradores del estadígrafo Juan José Lujambio, en Radio Belgrano. Con ellos trabajaba un joven, hoy notorio, Alejandro Apo, quién tenía acreditación pero no iba a los partidos. La usó Sergio para asistir así a su primera cita mundialista. Al retornar, Radio Sur bajó le bajó la persiana al fútbol. El narrador rochense, Néstor Moreno Modero y el Dr. Delbono pasaron a Radio Sarandí, donde Raúl Barizzoni y el Dr. Larrea intentaban sostener las emisiones que se hicieron famosas con Carlos Solé. Fue entonces que Ariel le tiró otro cabo a Sergio, incorporándolo para que despuntara el vicio en “Sarandí Fútbol”, de lunes a viernes a partir de las 20.00 horas. Se venía la Copa del Mundo de España’82, la celeste fuera y el equipo deportivo de Sarandí que resuelve no transmitirlo. Apoyado por sus padres, que desde chico impulsaron sus ansias de “ser periodista” a pesar que prefería que su hijo continuara el negocio de la agencia mayorista de viajes, Sergio se empeñó en concurrir a su segundo mundial. Con el Dr. Delbono fueron a visitar a Wáshington Cataldi, por entonces punto alto de la FIFA antes de su pelea con el Dr. Havelange, quién movió los hilos y su influencia para que la acreditación cambiara de nombre. Llegamos así al punto de comienzo de esta nota. Así conocí a Sergio, en la tribuna de prensa del Nou Camp en el mundial del “Naranjito”.
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El destino otra vez se hizo presente. Compartiendo ese mundial, acompañándonos en varios partidos, Sergio se enteró que Radio Sarandí bajó la cortina de las transmisiones y los programas de fútbol. Se quedó sin empleo. Aunque la paga era escasa, como era lógico y natural para quien quiere “ser periodista”, le faltaba la vidriera, por pequeña que ésta fuera. Enterado “El Dalton” del hecho, ahí mismo, en una noche tomando sangría y comiendo pan con tomate en un boliche de la Rambla de Barcelona, le planteó que se incorporara a “Rumbo al Deporte”. En los estudios de SADREP, en Mercedes 980, reiniciamos el desarrollo del contacto nacido en tierra española. Me identifiqué con Sergio por su optimismo, por la defensa de las glorias del fútbol uruguayo y de las conquistas que continuaron sumándose. Además, como le gustaba el atletismo –que también lo practicaba- le ofrecí la posibilidad de introducirse en la madre del periodismo de cualquier especie. ¡Escribir en “El Diario”! La prensa (o sea los periódicos) es la verdadera escuela de la profesión. Saber y poder escribir no es lo mismo que expresarse en radio o televisión. Sergio traía a la redacción los resultados de las pruebas de la Pista Oficial con los tres primeros de cada una de ellas y los tiempos. Su primer viaje como enviado especial verdadero, sin aportar de su bolsillo, fue en 1987 con una delegación de atletas de Uruguay que participó en un Campeonato en Santa Fe, Argentina. Lo veía avanzar, lleno de inquietudes, con ideas que parecían locas, pero que impactaban. Se fue a correr una Travesía de “San Silvestre” y retornó con una nota totalmente distinta. En ella contó lo que sentía un atleta corriendo en la media hora del último día del año por las calles de San Pablo.
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A fines del año siguiente pasé a conducir la sección deportiva de “Últimas Noticias”. Le plantee a Sergio que me acompañara. Fue al único que incorporé al grupo de periodistas que ya existía. Lo veía progresar raudamente. Repleto de inquietudes le encargué publicar, cada martes, todos los resultados de las divisiones juveniles del fútbol uruguayo, con la integración completa de todos los clubes. Prontamente fueron para él tareas mayores. ¡Lo envié por “Ultimas Noticias” en 1989 a cubrir el partido entre Barcelona y Progreso por la Copa Libertadores de América! Su tarea en ese desafío fue impecable. Con 31 años, lejos de detener su crecimiento, avanzaba a pasos de gigante. En octubre de ese año, una noche en la redacción le hice una propuesta fuerte. Pensó que era una broma. En aquel tiempo, junto con Hugo Brugnini y Alejandra Morgan, teníamos el fútbol argentino en Canal 5. Se emitía los lunes a las 22.00 horas. A mi cargo estaba la presentación del programa y el “copete” luego de cada corte. Mis tareas políticas en el último mes de la campaña de Luis Alberto Lacalle rumbo a la Presidencia de la República, en las entonces famosas giras, impedían mi presencia allí. Sergio no lo podía creer. Fue su debut en televisión. Fue el escalón que le faltaba para llegar al sitial que hoy ocupa.
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Justicia es decir que su pasión por el periodismo también lo llevó al multiempleo que desarrolló desde su incorporación a la “prensa”. En 1987 formó parte de “La oral deportiva” con Alberto Kesman, el Dr. Delbono y Enrique Yanuzzi en CX22 Radio Universal. En ese mismo año estuvo en “Círculo de los Deportes”, en Alfa FM 96.1 junto a Walter Cabot. Desde 1991 se hizo cargo de “La Hora de los Deportes” en canal 5, brindando la oportunidad en TV al Dr. Alfredo Etchandy y Tito Bernardo. Sin detenerse en su ascenso, despuntando en él su vocación empresarial uniéndola a la de periodista, se vinculó a “Torneos y Competencias” y trajo para canal 12 el programa “Fútbol de Primera”. Debido a esa gestión y al conocimiento que tenía con “Paco” Casal a raíz de su pasaje por “Últimas Noticias”, estuvo en la creación de “TyC Uruguay”, transformándose en 1997 en Gerente de 890 Sport cuando nació “la radio deportiva del Uruguay”. El peldaño, por ahora final, lo subió en 1999 cuando se iniciaron las emisiones televisivas de Tenfield S.A. conduciendo “Pasión”. En una carrera sin claudicaciones, tuvo fuerza para llegar a las tablas con “Algo habrán hecho”, desopilante obra de “stand-up”. Sin embargo, en toda esta larga trayectoria, encontrándose en su mejor hora, será difícil que pueda superar el discurso que realizó el 12 de marzo de este año, al asumir el cargo más alto del judaísmo uruguayo: Presidente del Comité Central Israelita del Uruguay. Punto final a la nota, donde queda grabada una trayectoria cuyo final aún está lejos, entrelazada con gran parte de la historia de la radio, la prensa y la televisión de los últimos treinta años. Salute.
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