Nacional, despachó sin despeinarse a Danubio, y apunta con todas sus baterías a la final ante Liverpool, en busca del gran objetivo del año, la reconquista del Campeonato Uruguayo.

Sin pisar el acelerador… El equipo de Repetto, manejo trámite y balón,  sin exigirse en demasía, incluso hasta cuidando físicos en una primera mitad a ritmo de práctica. Igualmente resultó ser infinitamente superior a un desconcentrado y desconcertado franjeado, plagado de errores en defensa, que los pagó carísimo ante la valía y jerarquía del ascendente Franco Fagúndez y del gran goleador Luis Suárez, autores de los goles del dueño de casa.

Todo en tres colores. Complemento de neto dominio tricolor. Fue un auténtico festival en ataque al mando de un inspirado Luis Suárez, que brindó una verdadera lección de fútbol de altísimo nivel. Y la goleada no se concretó, por dos sencillas razones, la muy buena actuación cumplida por Esteban Conde. Y la salida de Luis Suárez, a los 61 minutos, que sin dudas resquebrajó el andamiaje ofensivo local. Claro está, el gran goleador fue suplantado para que recibiera la ovación y el afecto de los hinchas albos.  

Nacional, a paso de campeón.