¡Qué bomba señores!
River Plate acumuló su sexta victoria consecutiva y logró una nueva goleada, 5:1 a Cerrito en el Parque Palermo. El darsenero es el único líder del Clausura y su gente sueña.
El darsenero acumuló su sexto triunfo consecutivo y una nueva goleada, 5:1 a Cerrito en el Parque Palermo. El único líder del Clausura impuso su poder ofensivo, cargado de recursos y de contundencia. Su repertorio se asoció a la contundencia para superar el impacto del golazo de William Klingender en el 0:1 y levantarse con sus fortalezas en el ataque. Los números se conectan con su desempeño: es el equipo más goleador del Torneo.
La sociedad en velocidad de Matías Ocampo y de Jonathan Urretaviscaya, además de la intensidad de Marcos Montiel, conectaron a Pablo López arriba. El empate de López afirmó la presión que obligó al error del zaguero Rodrigo Canosa en la segunda conquista. Luego, en la segunda parte, se mostró eficaz e hizo relucir su aluvión. Thiago Borgas, el goleador del año, dejó su huella, cargado de olfato, para aprovechar todas las concesiones y definió a la red. En el cierre, el juvenil Juan Cruz De Los Santos, afirmó el aluvión y Borbas selló la diferencia.
Cerrito, en el regreso de Roland Marcenaro como DT al Campeonato Uruguayo, soñó en el impactante derechazo, de aire, de Klingender en el comienzo del partido y mostró la intención de jugar pero no le alcanzó.
River Plate estabilizó el control en la segunda parte y ganó. El técnico ejecutó la rotación, con cambios, y el dominio se ratificó El festejo de su gente, en la tribuna visitante, entonando el “¡qué bomba señores!”, el himno del club, reflejó la nueva ilusión en un Clausura para soñar en grande.