“Le ganamos a Argentina que estaba en el inicio de la generación dorada”
Marcelo Capalbo: símbolo, referente y figura estelar de la selección en la década de los 90', recuerda el histórico bicampeonato Sudamericano logrado por Uruguay en Maracaibo 1997, hace 23 años atrás.
Marcelo Capalbo el base protagonista y propulsor en el cambio de ritmo de juego de nuestro básquetbol, que dejó su huella en las páginas de gloria de la selección en el diálogo con Tenfield.com. El campeonato logrado tiene ribetes de hazañoso, emotivo y nostálgico para la celeste: hacía 42 años que Uruguay no lograba ganar un Sudamericano fuera de fronteras y encima, como capricho del destino, resultó ser el último título logrado a nivel de selecciones aquel 27 de junio de 1997.
“Es increíble después de tantos años no se haya podido volver a conseguir un logro así. Recuerdo el profesor (Alberto) Mena nos dijo: lo que han conseguido se va a valorar aún más en el tiempo con el paso de los años”, comentó el explosivo jugador del inolvidable equipo celeste dirigido por Víctor Hugo Berardi. “Fue uno de los torneos más importantes por haberlo ganado afuera. Fui considerado el MVP (mejor jugador) del Sudamericano. Del 93 al 2000 fueron los mejores años de mi carrera, en constante ascenso, con estos dos títulos sudamericanos”, resaltó.
LA ANÉCDOTA DE LA GRÚA EN LA MITAD DE LA CANCHA EN EL CILINDRO
“Me acuerdo que cuatro días antes de viajar a Venezuela, llegamos al Cilindro para entrenar y estaban con una grúa filmando un comercial en la mitad de la cancha. Lo miré a Osky (Moglia) y le dije: esto no puede ser, renuncio”, recuerda y explica por todas las peripecias que tuvieron que pasar en la preparación rumbo a aquel Sudamericano de Venezuela. “No teníamos ropa para entrenar, no se podía creer, ni en una categoría de 14 años pasa eso”, aseveró.
Uruguay, que era el vigente campeón Sudamericano, clasificó a la fase final del certamen con Argentina, Brasil y el local Venezuela. El reglamento era diferente por aquel entonces: se jugó un cuadrangular todos contra todos y el campeón se definía por puntos. Los celestes cayeron ante Brasil y le ganaron a Venezuela y Argentina, debiendo esperar al resultado del último partido para saber si eran campeones. Si ganaba Brasil los celestes se quedaban sin el título y sólo festejaban si ganaba el anfitrión (que no tenía chances de ser campeón).
-Era una lucha de ‘titanes’ en el cuadrangular final por el título. Llegaron los cuatro que se presagiaba iban a estar en la definición.
-“Con Brasil perdimos en circunstancias increíbles, la cancha se resbalaba todo. Argentina estaba en el inicio de la generación dorada. Tenía a Oberto, Montecchia, Sconochini, Wolkowysky, era dirigido por Julio Lamas y Ruben Magnano. Nosotros cumplimos con lo que teníamos que hacer: ganarle a Argentina y estar en el podio. Ser campeones ya no dependía de nosotros. Venezuela además, si bien no podía ser campeón, se jugaba ante su gente poder terminar segundos”.
“NOS FUIMOS AL HOTEL A BAÑAR, NO QUERÍA SABER NADA DEL PARTIDO”
-¿Cómo siguieron el partido entre Venezuela y Brasil para saber si eran o no campeones? Debe haber sido interminable para ustedes.
-“Cuando terminó el partido con Argentina nos fuimos al hotel a bañar y esperar, yo no quise ni ver la tele ni escuchar nada, no quería saber como iba el partido. Era insoportable la situación. Cuando veníamos en el ómnibus no quería hablar con nadie. La cábala de Víctor (Berardi) era que bajara primero siempre él del ómnibus y después “Cacho” (Perreta). Volvimos al Estadio en el final cuando el partido estaba liquidado a favor de Venezuela. El festejo fue enorme, pero más se festejó luego con el grupo en el hotel, en la intimidad del plantel. Fue un equipo de grandes amigos”,
-Uruguay tenía jugadores militando en ese entonces en el básquetbol europeo como vos y varios compañeros más. Además de la experiencia de haber ganado el Sudamericano en Montevideo en el 95′.
-“Uno estaba más maduro, ya no era aquel juvenil de años atrás. Había vuelto de Fuenlabrada (España), Diego (Losada) estaba en Alemania, Gustavo (Szczygielski) en Regatas de Corrientes y Juan Manuel (Moltedo) en Italia. Con Juan nos une una gran amistad al ser compañeros en Malvín, donde nos iniciamos. Después los cuatro fuimos a jugar a Welcome. Con aquella selección estuvimos luego a un partido de clasificar al Preolímpico y a un partido de ir al Mundial en ese juego que perdimos con Puerto Rico en el Cilindro”.
-Los dos torneos quedaron en la historia de nuestro básquetbol, el logrado en el 95 en Montevideo y del 97 en Maracaibo. ¿Cuál valoras más o los dos se valoran por igual?
-“Para mi tanto el logro en Venezuela como el de dos años atrás en Uruguay fueron significativos, todos los títulos tienen su gustito. El que se jugó acá por ser la primera vez que lo lograba con la selección con el Cilindro lleno y en el 97 por haberlo ganado afuera y todo lo que ello representó. No puedo valorar uno más que otro, los dos fueron especiales”.
-¿Cuanto influyó Víctor Berardi en todo esto?
-“Mucho. Era un técnico que sabía manejar el plantel. No necesitaba ir al cuarto del hotel del jugador a ver que estaba haciendo. Y nos inculcaba siempre el valor de jugar en la selección. Además todos, los que jugaban o tenían menos minutos, se llevaban muy bien con él. Nadie estaba de mal humor. Víctor, ‘Cacho’ Perreta y el profe Mena, los tres fueron fundamentales”.
Marcelo Capalbo, a los 49 años, leyenda viva del básquetbol uruguayo en exclusiva, el conductor de la selección bicampeona sudamericana 1995-1997 con el recuerdo imborrable al último título celeste a nivel internacional, hace 23 años atrás.