Brasil, la bestia negra de la selección uruguaya en la actual “era Tabárez”, cosechó otro triunfo, esta vez en el Estadio Centenario.

Uruguay fue de más a menos, y lamentablemente dejó tres puntos por el camino.  

Mala fortuna y “maldito” horizontal en la primera parte. Un rebote y un cabezazo tras una doble desatención defensiva fueron los aciertos de los norteños que les permitieron sacar una excesiva ventaja de dos goles en el tanteador.

Con despliegue y dinámica, el equipo uruguayo, presionando en la zona alta, controló al “scratch”, que se quedó sin salida y dividido en dos adentro de la cancha. La agresividad de la dupla conformada por Nicolás De La Cruz y Darwin Núñez, por el sector izquierdo, volcó el juego sobre el arco de Ederson. En ese lapso, un derechazo del delantero artiguense se estrelló de lleno en el travesaño.

Pero en el minuto 33 cayó el primer gol brasileño. Un débil remate de Arthur se desvió en José María Giménez y terminó en el fondo del arco. Para colmo de males, tras un doble error defensivo llegó el segundo tanto de los norteños. Fue un yerro compartido de Nández y Giménez, que no evitaron, sin rivales a la vista, un tiro de esquina.  Y a continuación un quede de toda la defensa que le permitió a Richarlison elevarse sin marcas en el punto penal y conectar un cabezazo directo a la red.  

Como si fuera poco, en la agonía de la etapa Diego Godín fue al área rival y ganó en las alturas, pero su certero golpe de cabeza rebotó en la parte alta del horizontal. La suerte fue, entonces, toda de color amarillo.

Los celestes sintieron el impacto, sin dudas. Entonces, bajaron las revoluciones. A su vez, los norteños se entonaron anímicamente y se soltaron. Y con los brasileños sueltos y manejando el balón, transcurrió el complemento. Que pasó con pena para nuestro representativo por la expulsión de Edinson Cavani.   

Brasil volvió a festejar en Montevideo. Y van…