Uruguay perdió, ahora a jugar y rezar
Escribe: Atilio Garrido / Fotografía: Fernando González
El jueves pasado, en un pasaje de un nota que titulamos “Una euforia colectiva sacude al país que, ¡ojalá no sea defraudada!”, escribimos las líneas que siguen:
“Hoy, el pueblo todo es una sola bandera de esperanza desplegada al viento, anhelando que la misma sea agitada por la incontenible brisa del triunfo. Me imagino todo el país detenido, parado y apasionadamente colocado delante de los televisores el próximo sábado a las 16.00 horas cuando el sueño celeste se enfrente al desafío del debut en el Grupo D, ante Costa Rica, en la calurosa ciudad de Fortaleza. En mi interior, en lo personal, surge una extraña sensación frente a este panorama que he descripto en líneas anteriores. Una nación entera, la nuestra, está detrás de la selección empujándola con pasión y fervor. ¿Quién piensa en un contraste? ¿Quién apela en nuestro territorio, a la sensatez del análisis para intentar develar dónde está parada nuestra selección y –lo más importante-, estudiar si está capacitada para llegar bien alto? Es tan particular este estado espiritual de nuestro pueblo que ni siquiera la dura lesión de Luis Suárez, que lastima y duele, ha bajado las revoluciones del entusiasmo. Sin embargo, el mundo internacional nos mira distinto. No nos cotiza”.
Hoy, con “el diario del lunes” (el resultado negativo ante Costa Rica), es fácil buscar las causas del fracaso que duele y lastima. Desde que arrancó el cotejo se observó que el equipo oriental no estaba “enchufado”. El técnico Tabárez sabía y conocía que el planteamiento de los “ticos” sería exactamente el que expuso desde el comienzo. Lo anunció en la conferencia de prensa, cuando afirmó que estaba seguro que no realizaría variantes en la forma de encarar los partidos y que sería similar su planteo al que utilizó durante la eliminatoria de la CONCACAF y los partidos amistosos previos al mundial. Y así fue…
Extrañó entonces que Uruguay apareciera sorprendido desde el comienzo, como a la deriva, sin ensayar ninguna jugada preestablecida en procura de romper esa muralla de nueve hombres (cinco defensores y cuatro volantes) que actuaron siempre pegados con una variante que nos recordar al Prof. De León. La línea final de cinco la pararon a espaldas de los volantes, casi en la mitad de la cancha y no, como se acostumbra, en la línea del área mayor. Ante simpleza, el equipo celeste no supo manejarse tácticamente para desarmar la estrategia enemiga.
Así, un primer tiempo parejo se volcó a favor de la celeste exclusivamente por la vía del tiro penal cobrado por el juez alemán.
En nuestra única intervención que tuvimos en el programa “Pasión Mundial” de VTV, expresé claramente que Costa Rica resultaría difícil, especialmente por una razón. El tremendo calor de Fortaleza al que, lógicamente, los “ticos” por venir del Caribe, estaban acostumbrados. En mi anterior vista a Fortaleza con la selección, en agosto de 1980, enfrentar aquí a Brasil resultó muy duro, justamente por el intenso calor que desgasta y la humedad a la cual los uruguayos, no están acostumbrados.
¿Está todo perdido? De ninguna manera. El propio técnico Tabárez lo ha expresado en varias ocasiones similares, con una frase que hoy vale más que nunca: “en situaciones límites, extremas, este grupo de jugadores nos ha respondido demostrándonos su capacidad humana y moral”. Claro, que en esta ocasión la varilla parece estar un poco más alta que en el pasado. Inglaterra e Italia parecen algo más superiores que –por ejemplo- la Venezuela del segundo partido por las Eliminatorias en Puerto Ordáz.
Por ese motivo, porque han pasado cuatro años de la gloriosa genta de Sudáfrica 2010 y tres lunas desde el impresionante triunfo en la Copa América de Argentina, el título de éstas conclusiones que surgen después de la derrota. El equipo necesita recuperar el juego que exhibió en los grandes momentos de fulgor. Pero en esta ocasión, para quienes somos creyentes, una oración en procura de que una ayuda superior permita hacer realidad esa necesidad, entiendo que no viene mal…
URUGUAY 1:3 COSTA RICA
Cancha: Estadio Castelao de Fortaleza.
Juez: Felix Brych. Líneas: Mark Borsch y Stefan Lupp (terna de Alemania).
URUGUAY: Fernando Muslera, Maximiliano Pereira, Diego Lugano, Diego Godín, Martín Cáceres, Walter Gargano (60′ Alvaro González), Egidio Arévalo Ríos, Christian Stuani (60′ Nicolás Lodeiro), Cristian Rodríguez (76′ Abel Hernández), Diego Forlán y Edinson Cavani. Director técnico: Oscar Tabárez.
COSTA RICA: Keylor Navas, Giancarlo González, Michael Umaña, Oscar Duarte, Cristian Gamboa, Junior Díaz, Celso Borges, Yeltsin Tejeda (74′ José Cubero), Christian Bolaños (88′ Michael Barrantes), Bryan Ruiz (82′ Marcos Ureña) y Joel Campbell. Director técnico: Jorge Luis Pinto.
GOLES: 24′ Edinson Cavani (U) de penal, 54′ Joel Campbell (CR), 57′ Oscar Duarte (CR), 84′ Marcos Ureña (CR).
Expulsado: 90′ Maximiliano Pereira (U).
Tarjetas amarillas: 49′ Diego Lugano (U), 55′ Walter Gargano (U), 81′ Martín Cáceres (U).