Noche negra en Manaos
Brasil goleó 4:1 a Uruguay en el Estadio Arena da Amazonia, de Manaos, por la duodécima fecha de las eliminatorias sudamericanas.
Noche negra en Manaos, con sabor a papelón histórico. Paliza de Brasil, que nos pasó por arriba.
Los celestes sufrieron y hasta, si se quiere, padecieron la primera mitad. Fue un auténtico festival de fútbol el que ofrecieron Neymar y compañía. Todo, pero todo absolutamente “verde amarelo”. Nicolás De La Cruz, pidiendo la pelota y yendo al frente, y Fernando Muslera, con soberbias atajadas, son los únicos que se salvan. Porque fue un paseo de salud del dueño de casa. Moña por aquí, túnel por allá, toque y más toque de bola por toda la cancha. Brasil mandó en todos los aspectos del juego. La diferencia en el tanteador resultó corta, apenas dos goles (Neymar y Raphina), porque realmente pudo llegar a ser catastrófica.
El festival brasileño continuó, y a toda orquesta, en el complemento. Y los celestes siguieron padeciendo y deambulando por la cancha. Raphina, con una exquisita definición, y Gabigol, con un cabezazo mordido, decretaron la goleada. Fue mayúscula la diferencia. Que no terminó siendo mayor por la falta de puntería de los locales y por las notables intervenciones de Muslera, que evitaron una humillante derrota. El gol de tiro libre de Luis Suárez sirvió solamente para maquillar la pésima presentación celeste. Lo cierto -y lo que realmente duele- es que el scratch nos hizo precio.
Uruguay cayó a zona de repechaje. Y atraviesa su peor momento en las eliminatorias.