Wanderers sube en la tabla. Un gol le alcanzó y sobró para superar a un Boston River, en crisis futbolística.

Diego Hernández, cambió penal por gol y puso en ganancia al bohemio. Transcurría el primer cuarto de partido y fue suficiente. Porque, la realidad indicó que el balón lo manejó el rojiverde. Que fue al frente, con la velocidad de Jonathan Urretaviscaya –mientras estuvo en cancha- y con la conducción de Hernán Novick -en los minutos finales-, pero careció de puntería y también de fortuna. Un disparo del propio Jonathan Urretaviscaya, se estrelló de lleno en el horizontal y un zapatazo a quemarropa de Emiliano Rodríguez, fue desviado en extremis por Mauro Silveira, en formidable atajada. Como si fuera poco, se repitió en toques intrascendentes, clara muestra de su falta de confianza por los resultados que repetidamente son de derrota.

Wanderers, efectivo cien por ciento. Siempre ordenado en defensa y por demás contundente en ataque para conquistar los tres puntos en Las Piedras y colocarse en posición expectante, de directa pelea por el Apertura.