Fénix, cumplió su mejor actuación en el torneo. Goleó a Wanderers y dejó el último puesto de la tabla de posiciones.

Tras una primera parte anodina, entrecortada, sin acciones de peligro y con los arqueros como meros espectadores. El albivioleta, aprovechando la superioridad numérica por la expulsión de Diego Hernández a los 25’, se convirtió en un vendaval de goles en el complemento.

De la mano de un inspirado Agustín Ocampo, el equipo de Leonel Rocco, demostrando encontrarse en plena reacción anímica y futbolística, le pasó por arriba a un aturdido bohemio. Que, sin dudas sintió el impacto del primer gol en contra. De más decirlo, golazo de Agustín Ocampo, con un impresionante zurdazo que se coló por el ángulo superior derecho del arco de un sorprendido Mauro Silveira, en el minuto 48. Fue un golpe de nocaut para el dueño de casa y de completa liberación para la visita, que se tonificó y siguió de largo con el penal que cambió por gol el propio Agustín Ocampo y de yapa con el tanto de típico oportunista de Gonzalo Vega, que aseguró la conquista de los tres puntos.

Fénix, cambió la pisada y festejó en el Parque Viera.