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ANGUSTIA DE UN QUERER




Edinson Cavani de cabeza frente al defensa de Japón.


20 junio, 2019
Columnistas

Jorge Crosa: Columnista

Nada es fácil, el más chico, se transforma en el más grande, éste Japón, con un formidable Miyoshi, autor de los dos goles japoneses, nos complicó todo. Pero no solamente, el autor de los goles, sino todo el veloz equipo nipón.

Pero, algo pasó en Uruguay en la primera parte, hubo gran trabajo de los japoneses y ausencias de trabajo fino de las grandes figuras celestes.

Nada es sencillo. A la prueba está. Japón, que venía de perder por 4 a 0 ante Chile, parecía, repetimos, parecía, un rival relativamente sencillo, nos volvió la vida imposible.

Esa es la verdad y no otra.

El primer tiempo fue de los dos, un rato ellos, otro nosotros, pero, ya a los 29′ Miyoshi, metió la suya. 1 a 0 Japón, inesperado.

Ocho minutos después, Suárez, cuando no, pero con el VAR y de penal igualó el tema.

Raro todo, ¿no?

Pero así es el fútbol. Uruguay buscó con Cavani, palo a los 35′ , Suárez, remató cerca, todas aproximaciones, pero no efectividad. Mientras tanto, los japoneses, seguían metiendo, corriendo y pasando adecuadamente con precisión.

Y llegó el segundo. Otra vez, el mejor nipón, Miyoshi, vino de un centro corto, Muslera que no llega despejar y 2 a 1. ¿ Sorpresa?, no, porque así se fue dando el juego, más ordenado Japón y la lógica estuvo en la cancha.

Los cambios De Arrascaeta por Nández, dio resultados, porque recuperamos el centro del campo, con buenos pases, pero, igualmente, estábamos abajo y no entraba.

Hasta que, felizmente, a los 65′, el corner de Lodeiro, el ingreso rápìdo de Giménez, cabeza y adentro.

Dos a dos y esperanza celeste nuevamente.

Empate raro, partido durísimo ante los japoneses que nos “hicieron el fútbol imposible”, por aquello de “vida”, ¿no?.

Durísimo, veloces, no se entregaron nunca y los celestes no encontraron la fórmula, ni con Cavani, ni con Suárez, ¿raro, verdad?,  pero así fue.

Igualmente, vino Valverde, salió Lodeiro, para ver qué pasaba,

No mucho, pero el segundo tiempo fue de Uruguay, sin dudarlo un instante.

Godín lo tuvo a los 79′ con flor de cabezazo que dio en el caño y hubiese sido justo porque Uruguay jugó mejor el segundo tiempo y lo acorraló a Japón, que no se rindiò, justo es decirlo en ningún momento, pero perdió la pelota en la segunda parte.

Se hizo todo lo posible.

Resultado impensando, si tenemos en cuenta, lo que le pasó a Japón con Chile, como dijimos ese 0-4, que los liquidó.

Pero aquí salieron con otro espíritu.

Y Uruguay respondió con una intermitencia desconocida. Desconcentrado en los pases y perdiendo posiciones y pelota en el medio juego, a pesar de una excelente labor de Bentancur, acaso el de mejor trabajo.

Miyoshi, sin dudarlo, en ellos.

Y bueno, amigos, lo del título, Angustia de un querer ( Uruguay ) que recuerda aquella película de los años 1950 ( 1955 ) con William  Holden y Jennifer Jones.

“HIKI WAKE”

No pudo ser …

Felicitar, sí, el trabajo de los japoneses, indudablemente, es de caballeros y lo somos, nunca se rindieron, corrieron, llevaron la pelota, aguantaron el vendaval del segundo tiempo y no se entregaron nunca.

Propio de los japoneses.

Espíritu de lucha.

Entonces, para ellos, nuestro respeto, claro está.

Y para Uruguay, la espera, con cierta reserva, ahora, del juego contra Chile, que será otro tema, serio, como todos, a estudiar por el cuerpo técnico.

“HIKI WAKE” japonés, quiere decir, empate.

Merecido.

“Arigatou gozaimashita” esto es, en japonés,  “Muchas gracias”, por su juego y el respeto en la cancha.