Martínez, del fútbol a los Seguros
Andrés Martínez, el ex futbolista de Peñarol, volante (’91-’94, dos años en el comienzo del Quinquenio) Defensor Sporting (’97 y 2008-2011), Racing (2006), con paso por Italia (Lecce ’97-’98) y España (Racing de Ferrol ’98), hoy a los 45 años vive en Montevideo y tiene sus emprendimientos en la Ciudad de Pando. Después del final de la carrera se desempeñó como Coordinador de Juveniles en Rampla Juniors y luego se distanció. “Me desprendí del fútbol y fui armando negocios con dos amigos, Ingenieros en Sistemas, que me ayudaron a no enfrentar solo la realidad. Hacemos el corretaje de seguros; también en una Juguetería en el Centro y el taller de venta de neumáticos de mi viejo que lo trabaja mi hermano”. Su vida y la pelota. “Cuando dejé de jugar no sabía que hacer. Me quedaron buenos recuerdos. Como jugador vivís en una burbuja, no ves para el costado. Hago lo que me gusta y no estoy quieto”.
“Ahora estoy alejado del fútbol. Lo más cercano fueron los cuatro años en la Coordinación de Juveniles de Rampla Juniors, después de jugar, cuando había gerenciamiento argentino. Fue lo más cercano después de terminar la carrera en Racing (2006). En paralelo, en ese momento, armé negocios con dos amigos”.
-¿Hoy qué actividad desempeñas?
-“En el corretaje de seguros -asesor e intermediario-, también en una Juguetería en el centro de Pando y el taller de venta de neumáticos que es de mi viejo y lo trabaja mi hermano. Soy multirubro”.
-¿Cómo se dieron esos emprendimientos diversos?
-“En los seguros compramos la cartera de clientes. La Oficina está en Pando. Todo en la ciudad. Vivo en Montevideo”.
-¿Lo habías pensado o surgieron oportunidades?
-“Vocacional era el fútbol. Hay pocas personas, me refiero a ex jugadores, que rápidamente después de jugar siguieron otra profesión, por ejemplo de Economista. En el final de etapa del futbolista, se genera un replanteo. En la mayoría de los casos son entrenadores o representantes. Cuando dejé de jugar (2006) no sabía qué hacer. Deambulé un par de años”.
-¿La inserción en el nuevo ámbito se simplificó?
-“Hago lo que me gusta. Específicamente el contacto con las empresas aseguradoras (nexo con los clientes). La relación con la gente en la charla. En la Juguetería además de las compras, siempre hay que trabajar en la actualización. Como jugador vivís en una burbuja. No ves para el costado”.
“FUE DURO, HABÍA PENSADO EN EL FÚTBOL DESDE LOS 5 AÑOS A LOS 33, VALORÉ EL PRIVILEGIO”
-¿Cómo superaste la incertidumbre?
-“Fue duro. Había pensado en el fútbol desde los 5 años hasta los 33, mucho tiempo. Valoré el privilegio. Son pocos los que siguen por vocación. La mayoría son técnicos. En la Coordinación de Juveniles, en la mitad del horario, pensé y desarrollé en parte la nueva vida laboral”.
-¿Extrañás el ambiente o es parte del pasado?
-“Se extraña en el sentido que en ciertos partidos ataca la nostalgia. Me desprendí del fútbol y fui armando negocios con amigos, Ingenieros en Sistemas. Me ayudaron a no enfrentar solo la realidad. Lo disfruté mucho. Me encantó y quedaron buenos recuerdos. Siento que pasó. No me planteo volver en determinada función.”.
-Como en la cancha vas de un lado a otro, ¿cómo haces con semejante agenda?
-“La dinámica es distinta porque el lugar físico cambia. Me gusta lo que hago y no estoy quieto”.
–¿Qué te dejó trabajar en formativas de Rampla?
-“Conocí gente divina y otra realidad. Fue una experiencia buenísima. Cero problema en el Cerro”.
–Peñarol de juveniles a primera, dos años del Quinquenio; ¿ a la distancia cómo los visualizas?
-“Me siento agradecido de haberlo vivido. En Peñarol a los 16 años, dos en juveniles, lo que te marca mucho, los dos primeros del Quinquenio y también de las verdes. Aprendés”.
MENOTTI, DEFENSOR SPORTING Y EUROPA: “ME FALTÓ ASENTARME EN EL EXTERIOR”
-Te subió César Luis Menotti a primera.
-“No lo puede disfrutar como hubiera querido porque al poco tiempo se fue”.
-¿Los dos capítulos en Defensor Sporting?.
-“En el primero me costó un poco porque no venía bien y había estado parado unos meses. Entré enseguida. Antes de ir pensé es un cuadro fastidioso porque lo sentía cuando jugaba en Peñarol. Encontré gente espectacular, impresionante, un club modelo, de los que no abundan, trasciende el fútbol”.
-También fuiste a Italia y España, Lecce, Bologna, Racing de Ferrol. ¿Qué te quedó de tu experiencia europea?
-“Me faltó asentarme más en el exterior. Debí tener una vida deportiva más sana, me refiero a la pretemporada, competencia y descanso. Fui y vine, entonces no tenía la posibilidad de estabilizarme. No paraba. No me pude afirmar. Te das cuenta con el correr de los años. También incidió la situación contractual”.
-¿Seguis los partidos o es otra rutina?
-“Los veo, hoy hay a toda hora. Me prendo a los de Peñarol, Defensor, y los de Europa donde juegan los uruguayos. Mantengo buena relación con ex compañeros. A veces coincidís y los encontrás, es normal. Iba a Los Aromos con el Tío Sánchez. La relación con Tato (Martín) García y Seba Flores también era de acá. Vivo en Montevideo pero mi lugar en el mundo es Pando”.
Andrés “Gallego” Martínez, del mediocampo en la cancha al mundo de los negocios.