Ambiguos
Efraín Cortés, el colombiano llegó a Nacional para la Copa y el Clausura.
Varios factores han influido en la pérdida de potencialidades de los grandes del fútbol uruguayo en la Copa Libertadores de América.
Ya hace un cuarto de siglo que los mejores exponentes de los equipos menores no hacen escala en Nacional y Peñarol. Por el contrario tienen vía libre para salir a otros países.
Las estructuras económicas de nuestros clubes mayores no permiten la inversión y contratación de grandes figuras del exterior. Un rápido repaso de varias hazañas clubistas tienen a extranjeros como pilares de grandes consagraciones. Artime y Spencer entre ellos.
Para colmo, por realidades inobjetables del mercado, obligan a la CONMEBOL a premiar a instituciones argentinas y brasileñas con una cantidad superior de integrantes en las series; Y también promover la presencia de mejicanos que jerarquizan el torneo; pero también lo hacen desgastante para planteles buenos pero no amplios.
Por si fuera poco nos encontramos con la AMBIGÜEDAD de los dirigentes de Peñarol y Nacional. Por un lado haciendo un esfuerzo mayúsculo para dotar a sus técnicos de buenos jugadores para actividad local y Libertadores, (se estima que el presupuesto supera el millón de dólares americanos en pago de salarios en cada entidad). Por otros senderos resulta indisimulable la tendencia de priorizar
la obtención del Campeonato Uruguayo; y punto.
Los jugadores y técnicos tienen la palabra. Abrigo la esperanza que se mantenga “el sueño de grandeza”.
Y el mismo está en el ámbito internacional.
Efraín Cortés, el colombiano llegó a Nacional para la Copa y el Clausura.
