Adrián Luna, el mejor de la etapa: “mi gran sueño es volver a La Celeste”
Luz lunar para los sueños de Adrián
Adrián Luna fue el mejor jugador de la etapa. Una tarde espléndida, a todo fútbol. Velocidad, asistencias de lujo y exquisita definición. Dos goles para el seis a uno de Defensor Sporting a Racing. Tiene 22 años y ya tuvo un pasaje por Europa (como jugador del Espanyol, que lo cedió en tres oportunidades: al Gimnástic de Tarragona, al Sabadell y a Nacional). Un presente luminoso para Luna que además va a ser papá de Lautaro, en dos semanas. Todo empezó en Tacuarembó, en el cuadro del barrio El Sandú, el Fiat Lux, que es una locución latina, bíblica, que literalmente significa «hágase la luz».
Luz lunar para los sueños de Adrián
-Arranqué jugando en Fiat Lux del barrio El Sandú, en chatitas, después pasé a Estudiantes, después me fui a Progreso, donde empecé fútbol de once en sub-15, que regalás edad porque tenés doce o trece años y con quince para dieciséis años me vine a Defensor. Con quince vine a prueba pero seguía jugando en Tacuarembó y a los dieciséis me quedé acá. Con dieciséis y diecisiete hice inferiores y desde quinta, con diecisiete, me ascendieron y empecé a jugar en Primera.
-¿Cómo fue el pasaje de Tacuarembó a Montevideo? ¿Cómo te adaptaste?
-Fue complicado. La verdad que el primer año, si no hubiese sido por mi familia me hubiese ido, porque no me gustaba estar en Montevideo, lejos de mi familia, lejos de mis amigos, pero con la contención de mi madre, de mi hermana, de mis hermanos, más allá de que ellos no podían venir seguido, hablaba continuamente con ellos y me decían que aguantara, que iba a ser lo mejor para mí.
“El que más me dejó en esas etapas fue el Chavo (Gustavo Díaz), que lo tuve en quinta división”
Después fui conociendo gente que me ayudó. Mi representante también me ayudó mucho. En los momentos que estuve solo siempre estuvo ahí para ayudarme. Los amigos que hice en el fútbol que todavía hoy los mantengo y llevo una amistad de muchos años me ayudaron y, poco a poco, me fui formando como persona, fui madurando y todo eso gracias a Defensor, a la calidad de gente que tiene para el trabajo. Estoy agradecido de estar hoy en día en Defensor nuevamente.
-¿Cómo es tu familia?
-Se conforma por mi vieja, una hermana, dos hermanos, todos más grandes que yo. Soy el más chico.
-¿Qué entrenadores te dejaron más cosas en esas etapas de formación?
-El que más me dejó en esas etapas fue el Chavo (Gustavo Díaz), que lo tuve en quinta división. Me enseñó muchas cosas. Yo no tenía mucha idea del fútbol táctico. Tácticamente yo era muy malo porque lo que hacía era sólo correr y, poco a poco, me fue enseñando los movimientos que tenía que hacer un punta. De a poquito uno va madurando y entendiendo muchas cosas que cuando es joven no las entiende. Con él aprendí mucho y le estoy muy agradecido.
-¿Como jugador cuál fue tu espejo en esas etapas?
“Cuando era chico quería ser un jugador como Forlán. Después que uno va creciendo es muy difícil no querer parecerse a Messi, salvando las distancias”
-Cuando era chico quería ser un jugador como Forlán. Después que uno va creciendo es muy difícil no querer parecerse a Messi, salvando las distancias. Uno lo ve y la verdad es para disfrutarlo porque difícilmente vayamos a poder ver otro jugador de esa característica, de ese nivel. Siempre me gustó Forlán, después el ver a Messi me vuelve loco.
-Después das otro salto: España…
-En España, en cuanto llego, tengo una pequeña charla con el técnico, en la cual me dice que prefiere que me vaya a préstamo así juego todo el año, porque si me quedaba ahí a veces iba a alternar y a veces no.
Estuve a préstamos seis meses en el Nasti de Tarragona. Dentro de todo jugué bastante. Lo hice bastante bien. Después por diferentes motivos el Espanyol decide sacarme de ese equipo donde hubo un cambio de técnico que no me favoreció mucho. Decidimos que me fuera a Sabadell, donde me sentí mucho mejor, porque jugué más y tuve más protagonismo.
-¿Y la adaptación a la vida de España?
-No tuve problemas, principalmente porque se habla castellano. Quizás se complicó un poco porque tuve que estar seis meses solo, pero después ya pudo ir mi madre y pudo ir mi novia, no fue tanto como venirme de Tacuarembó a Montevideo.
“Tratar de salir Campeón con Defensor y mi gran sueño es volver a vestir la celeste”
-Tu pasaje por Nacional…
-Se dio la posibilidad de volver a Uruguay y Nacional era un desafío lindo, que no se dio de la mejor manera, pero uno es profesional y tiene que aceptar esas cosas: uno viene a un grande y quiere salir Campeón y hacer una buena Copa Libertadores, pero en ese momento no se dio y hoy en día estoy en Defensor y estoy contento de estar acá. Es el club que me formó como persona, más que nada, porque más allá de formar futbolistas, Defensor se encarga de formar buenas personas y futbolísticamente me hizo crecer mucho, porque en Tacuarembó, más allá de ser un buen jugador, no era muy consciente de los movimientos que tenía que hacer.
La Selección
En 2009 Adrián Luna participó del Campeonato Sudamericano Sub-17 en Chile, ese mismo año jugó con la selección Sub-17 el Mundial de la categoría, Nigeria 2009. Dos años más tarde disputó el Sudamericano Sub-20 convirtiendo tres goles, dos a Chile (uno en la primera fase y otro en la fase final) y uno a Colombia en la fase final y disputó el Mundial Colombia sub-20, donde marco un gol ante Nueva Zelanda.
-¿La celeste?
-Es lo más lindo que te puede pasar. Estar entre los tres mejores jugadores del Sudamericano, clasificar a los Juegos Olímpicos después de mucho tiempo. Fue lindo mientras duró. Ahora ya estamos pasados de edad y pensamos en la Mayor. Creo que si hacés la cosas bien en tu club después la Selección llega sola. Mentalizarse y trabajar con mucha humildad, que el fútbol no tiene misterios: si trabajás las cosas salen.
-Perspectivas…
-Tratar de salir Campeón con Defensor. Hacer un buen campeonato y si salimos campeones y tengo la chance de irme a Europa mejor, porque tengo en el debe, después de haber salido, tratar de triunfar ahí. Y el sueño más alto de todos es la Selección Uruguaya sin duda, de eso no hay duda. Mi gran sueño es volver a La Celeste; ahora a la mayor; ése, sin dudas.
Sin dudas y a plena luz, Adrián dedicó sus goles mostrando, debajo de la violeta, una camiseta que decía, “Lautaro te amo”. Su primer hijo está a dos semanas de venir al mundo. “Hace tres años y medio que estoy en pareja. Ella es de Pando, la conocí en Defensor y ahora vamos a tener nuestro primer hijo. Todo está saliendo redondo”.
Adrián dedicó sus goles mostrando, debajo de la violeta, una camiseta que decía, “Lautaro te amo”. Su primer hijo está a dos semanas de venir al mundo
