Abreu: sueño, emoción y “pronto para el tiroteo”
“Sentí tremendo nerviosismo, porque a medida que iba llegando veía como la gente se dirigía al Parque Central como se fuera un día de partido”, afirmó Sebastián Abreu apenas llegado al escenario de Nacional, donde se llevó a cabo la presentación del ídolo que llega por cuarta vez a vestir la casaca tricolor.
Una euforia especial, contagiosa, diferente, se vivió en torno al hecho. Sebastián Abreu fue presentado por el Lic. Orlando Petinatti. Estuvo la palabra elocuente de dirigentes. Pero el marco de todo, con el aplauso, con el grito, con el aliento, lo dio el hincha de Nacional desde la Tribuna José María Delgado.
Sebastián Abreu, en todo momento acompañados por sus cuatro hijos, recogió en su sentimiento la catarata de euforia y expectativa por su retorno. El rezo del agradecimiento de la tribuna fue llegando a la cancha, escalón por escalón hasta humedecerle los pies. El cuarto arribo del ídolo se había concretado para la gente de la tribuna.
“Se dieron los pasos correctos para que esto sea hoy realidad. Es la cuarta vez que vengo a Nacional. Nuevamente con Eduardo (Ache), que hizo un esfuerzo muy grande por tener un plantel altamente competitivo y, personalmente, tener esta hermosa posibilidad de volver a casa. Quiero destacar el trabajo realizado por el empresario Chijane, que se involucró mucho en esta posibilidad, en reuniones difíciles que tuvimos en Brasil y gracias a Dios se llegó a buen puerto y eso permitió llegar acá, donde hay un sentimiento, un sueño como padre e hincha de Nacional que era poder darle este momento a mis hijos gemelos, que no habían podido vivirlo como sus hermanos mayores. Cualquier hincha de Nacional sabe a lo que me refiero. Es como heredar todo lo que se le puede enseñar de chico. Es heredar un sentimiento que el día de mañana los va a acompañar siempre y saber que mis cuatro hijos comulgan la misma ilusión de ser tricolor que yo, es algo hermoso”,señaló con voz notoriamente emocionada, para nada entrecortada, sino firme y clara, sobre el momento que significó la presentación y el hecho de este retorno que impone una huela profunda en el sentimiento individual y familiar.
Cuando se refirió a la parte deportiva, lo hizo con una carga especial de expectativa: “Hay que pensar en lo deportivo. Soy realista de la responsabilidad que hay, sobre todo por la expectativa que se ha creado. Uno, humildemente, sin querer llevarse el protagonismo de nadie, llega para asumir responsabilidades. Entiendo lo que es jugar en un equipo grande, con la responsabilidad permanente de ser campeón. Espero darle al grupo el mismo esfuerzo que todos pueden poner para ser competitivos a nivel internacional. Más allá de los sueños, hay que vivir una realidad, por eso tenemos que tener un equipo competitivo para que podamos marcar ese sello que Nacional, nuevamente, como lo hizo con Pelusso, pueda tener continuidad. Que no sea algo esporádico, sino como fueron los años setenta y ochenta, donde decir Nacional y significaba hablar de un candidato a la Libertadores. Uno desde acá, cuando escuchaba la duración del contrato, podía pensar muchas cosas. No pasa por un tema económico, sino es asumir esa responsabilidad para, desde adentro y en un mañana desde la línea de cal hacia afuera, estar en un desarrollo de proyecto, que no se base sólo en ganar campeonatos uruguayos sino que marque en posicionar la marca Nacional a nivel internacional, lo que va a dar mucho rédito a nivel del mundo y no sólo a nivel local. Así que a partir de ahora estoy pronto para el tiroteo”.
Sebastián Abreu tuvo su comunión con parte de la hinchada. La vuelta comienza a marca el nuevo camino. El lunes será momento de revisión médica, de rúbricas, pero por sobre todo de volver a Los Céspedes a aportar lo suyo. Algo que va más allá de un sueño y que tiene que ver con la realidad de lo cotidiano y el peso que impone la responsabilidad de volver estar en Nacional.