A pesar de……
Ya estamos en la línea de largada del Torneo más antiguo del mundo a nivel de selecciones nacionales, en la actualidad, luego que fue eliminada de su competencia la British Home Championship en el año 1984.
Y a pesar de ser el más ganador de la historia de la Copa América o Campeonato Sudamericano, como se le denominaba antiguamente (a partir de 1975 es Copa América), y otros meritos no superados, seguimos peleándola “de atrás”.
Hemos sido, como en otras, los primeros ganadores del Torneo Continental, y como un presagio ya en ese Primer Torneo (1916) lo hicimos de visita, en la Argentina. Siguiendo con “el rollo”; para que vean que estamos vigentes; somos los últimos triunfadores (2011). Y este acontecimiento, desde que inició, lleva nada más ni nada menos que 98 años.
Nunca perdimos de local. Cada vez que se realizo el evento en nuestro país, el podio en lo más alto fue nuestro.
Somos los que tenemos más participaciones (41).
Uruguay se coronó campeón del Campeonato o Copa en diferentes países; como ser; Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Perú y por supuesto en Uruguay, es decir que en la mayoría de los países de América del sur. Con los primeros, tuvo “su sabor”, porque estando Maradona en plenitud (ya que fue en 1987, luego de ser campeón del mundo en 1986) se los “desbancó” en su propia tierra. Y con Messi en el auge de su carrera también en suelo “porteño”; se les destronó (2011). La Celeste ganó en Brasil, y a pesar de que el “mojón” principal ha sido Maracaná en 1950, también para demostrar que no fue casualidad aquello, con un gol del “Pato” Aguilera ganándole en el salto al gigante Mozer, en el Estadio Fonte Nova de Salvador de Bahia; Uruguay ganaba aquel Campeonato Sudamericano en 1983, a pesar de la baja del goleador Fernando Morena por su fractura en el partido con Venezuela, aquí, en el “Centenario”.
Detenerse en el Sudamericano Extra de Perú (1935) parecería una obligación, ya que tiene “un sabor” a leyenda que “pinta” de cuerpo entero a nuestro futbol.
Luego de la final “del 30” las relaciones entre uruguayos y argentinos estaban rotas, por los “duros” acontecimientos de aquella final, y los “porteños” rompieron relaciones con los “charrúas”. Nunca habían pasado más de 2 años sin que el evento no se realizara. Tuvo que mediar Perú solicitando organizar el Torneo para que se “sentaran” los 2 “gigantes” a negociar su participación.
Uruguay luego de años de no enfrentarse con Argentina después de la final mundial de 1930, y habiendo pasado 6 años de no realizarse el Campeonato Sudamericano, volvían al enfrentamiento que fue conocido como el de “Santa Beatriz 1935”. Nombre este del barrio donde estaba enclavado el Estadio Nacional de Lima.
Nuestro seleccionado venia ya con sus gloriosos héroes olímpicos y mundial (1924-1928 y 1930) prontos al retiro. Tanto Nasazzi, Castro, Anselmo como Lorenzo Fernandez ya daban sus últimos alientos futbolísticos. Famoso es el momento en que desvanecido; agotado Lorenzo cae y pide el cambio. Nasazzi al escucharlo le dice al “Manco” Castro: “Que dirán en Montevideo cuando se enteren que el “Gallego” (así le decían a Lorenzo) pidió para salir”. Como si tuviera un resorte el popular centro medio se incorporó ante la “vergüenza” de lo que se dijera y terminó jugando dando lo que tenia y lo que no tenía.
Un hecho para nada que puede quedar en el olvido es que las selecciones en su enfrentamiento entre ellos lucen; los argentinos camiseta blanca y los uruguayos por primera vez en su historia camiseta roja, tratando de hacer olvidar el pasado reciente de 1930, y se suma para nuestra gloria y para siempre la famosa frase “garra charrúa”, luego de terminado el partido. Todos los intentos “diplomáticos” por hacer olvidar los duros enfrentamientos rioplatenses fueron dados por tierra por lo “áspero” del partido quedando para la historia los duelos entre Lorenzo Fernández y Herminio Masantonio, centro delantero argentino; y donde también el “Manco” Castro había “sacado” de un rodillazo al golero titular Bello y donde tuvo que entrar Gualco a sustituirlo, y donde después en un “encuentro” con el uruguayo Zunino, el argentino De Mare, le dejó su lugar a su suplente Sbarra. La lealtad de aquellos hombres era de una brillantez extraordinaria como cuando Lorenzo Fernández, a pesar de sus duelos con Masantonio, “cruza el charco” para visitar en su lecho de muerte al rival de esa batalla y despedirlo como amigo de esta vida, ya que noble argentino poco tiempo después dejaría este mundo.
Volviendo al partido y como siempre aconteció, Argentina venia goleando a sus rivales de turno y Uruguay ganando con “la soga al cuello” durante el Torneo hasta que se llegan a enfrentar en la final, que para resumirla fue de 3 a 0 a favor de los nuestros.
Estos hechos ocurrido en 1935 “pinta de cuerpo entero a nuestros seleccionados y nuestra “garra”.
Pero A PESAR DE…. TODO lo primero de esta nota, no somos CABEZA DE SERIE.
Quizás sea una “provocación más”. Que siempre necesitamos para dar todo.