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¿Podrán jugar juntos? ¿Sí o no?

¿Cómo se complementarían David Terans y Leonardo Fernández en un mismo equipo bajo el esquema de Diego Aguirre? ¿Cuáles serían las opciones tácticas del entrenador para encontrar la mejor versión?




David Terans y Leonardo Fernández, talento, pegada y jerarquía al servicio de Peñarol. ¿Podrán jugar juntos?


25 enero, 2025
Peñarol

Por su clase, jerarquía y calidad. Y por su reciente pasado en Peñarol, donde dejó una huella destacada con actuaciones memorables, el regreso de David Terans al aurinegro es una incorporación más que relevante. De esas que ilusionan al hincha de cara a futuro.

 

Tan buena fue su demostración en el conjunto mirasol en la temporada 2020/21, que, en su corta estadía en el club, de tan solo nueve meses, marcó 18 goles. Pero no solo eso, sino que se transformó en figura del aquel equipo que dirigía Mauricio Larriera y gracias a sus buenos rendimientos, se ganó el elogio de los hinchas que lo apodaron como “Rey David”.

 

Han pasado cuatro años de aquella experiencia personal de Terans en Peñarol. Sí, pero ello no altera en absoluto a la actualidad de un futbolista de 30 años, que viene de jugar varias temporadas en la liga más calificada del continente como el Brasileirão. Y también, en una de las más apoderadas económicamente como la liga mexicana.

 

Lo cierto, es que la afición aurinegra se frota las manos con la vuelta del “Rey” porque se trata de un futbolista muy talentoso. Pero sobre todo, ya comprobado en el club.

 

SENCILLO DE IMAGINARLOS, PERO…

 

Probablemente, la mayoría de los aficionados al fútbol, que han visto jugar a Terans, no pondrían dudas sobre su titularidad en este Peñarol actual. Sus innegables y evidentes condiciones de futbolista de categoría, naturalmente, concluyen en una teoría casi que sin discusión: el ‘Rey’ debe ser titular como sea. Sin importar los contextos.

 

Sin embargo, esto último (contexto), es un tema que invita al análisis porque Terans, ahora, compartirá plantel con un futbolista de similares condiciones como Leonardo Fernández, quien fue la gran figura de Peñarol en la temporada pasada. La estrella absoluta. El futbolista diferencial que llevó al club a desembolsar 7 millones de dólares por el 80% de su pase, en una operación histórica para el fútbol uruguayo. Este antecedente, conlleva a una lógica verdad: Fernández es el gran indiscutido en Peñarol.  

 

Entonces, ante esta realidad, la conclusión final sería auspiciosa y ambiciosa para sus hinchas. Sin misterios. Si al mejor jugador que tuvo Peñarol el año pasado, ahora, se le suma un futbolista como David Terans, sería sencillo y propicio imaginar a un equipo colmado de talento y calidad en ofensiva.

 

Sin embargo, ante este eventual panorama, de juntar en cancha a dos futbolistas de enormes condiciones, pero de similares características y que suelen jugar en la misma posición, en cierto modo, abre una cadena de polémicas y opiniones ante una posible superposición en cancha entre ambos.

 

UN ESQUEMA QUE LOS CONDICIONA

 

El actual entrenador de Peñarol, Diego Aguirre, a lo largo de todos sus pasajes en el cargo por el club, ha variado en su táctica, esquema y en su sistema de juego. También, en su estrategia.

 

Sin embargo, pese a las diferentes formas de juego que ha utilizado, Aguirre, en todas sus etapas como técnico de Peñarol, ha evidenciado una misma filosofía en su mensaje de la que ha sacado provecho y ha conseguido grandes resultados. Ponderando el juego por las bandas como ordenanza innegociable dentro de su método.

 

No hay misterios. La preponderancia en los esquemas de Aguirre en Peñarol ha sido la costumbre insistencia de contar con volantes por afuera o extremos. Así de simple. En el ejemplo más cercano, en 2024, la “Fiera” utilizó un sistema táctico 4-2-3-1, donde los nombres de sus extremos han ido variando a lo largo del año entre Javier Cabrera, Eduardo Darias, Leonardo Sequeira, Lucas Hernández y Jaime Baéz. Pero la forma de cómo jugar jamás cambió.

 

El único nombre que se ha mostrado fijo e indiscutido entre los tres medios ofensivos, a lo largo de la temporada, ha sido el de Leo Fernández, quien jugó como enganche y media punta a la vez. Por el centro, detrás de Maxi Silvera. Si bien, Fernández nunca tuvo una posición fija en la cancha, siempre buscó adaptarse a su propia comodidad dentro del campo de juego, porque jugó suelto y libre.

 

Partiendo de la base sobre el esquema que mayormente ha utilizado Aguirre en sus etapas como técnico de Peñarol, y confirmando, una vez más, este mismo planteo en su último pasaje en 2024, donde la presencia de Leo Fernández por el centro parecería ser una fija y donde la presencia de extremos es prácticamente incuestionable. Entonces, las interrogantes sobre la futura posición de Terans se abren de forma multitudinaria: ¿En qué posición jugaría el “Rey”? ¿Extremo derecho? o ¿Extremo izquierdo?

 

Estas mismas interrogantes podrían dictar aún más polémica si analizamos las características del futbolista con la función a cumplir. ¿Tiene Terans las características adecuadas como para jugar de extremo? ¿Podría adaptarse a las exigencias que suele pedir Aguirre para dicha posición? ¿Podría exponer su máximo potencial jugando por banda? ¿O sería desaprovechado?

 

Para responder a estas interrogantes, de manera muy superficial y primitiva, sólo basta con rememorar partidos recientes de Peñarol donde tuvo rivales de alta exigencia, en los cuáles, sus extremos, naturalmente, terminaron ejerciendo la doble función defensa-ataque. Sacrificándose físicamente por la banda, de tal forma, hasta transformarse en típicos volantes de ida y vuelta. ¿Imaginan a Terans cumpliendo este pedido táctico a rajatabla? Quizás, sí. Quizás, no.

 

UN SISTEMA EN FUNCIÓN DE TERANS

 

Ante estas múltiples interrogantes o suposiciones –planteadas en el párrafo anterior-, sin respuestas concretas ni asertivas, la alternativa viable y real que podría asomar en el horizonte como para que Terans pueda expresarse en su mejor versión, compartiendo cancha con Leo Fernández, sería la posibilidad de un cambio en el sistema de juego habitual de Diego Aguirre. En ese caso, el entrenador aurinegro debería reconvertir su impronta frecuente para pasar a utilizar una táctica diferente. En definitiva, una táctica en función del propio futbolista.

 

¿Qué opciones tendría Diego Aguirre para este caso? Jugar con tres volantes internos, dos enganches (Fernández y Terans) y un delantero (4-3-2-1). También, podría recurrir al típico y clásico rombo (4-3-1-2), con tres volantes internos, un enganche (Fernández) y dos delanteros (Maxi Silvera y Terans). O de lo contrario, apostar con dos volantes internos, dos enganches (Fernández y Terans) y dos delanteros. En este caso, sería un (4-2-2-2). 

 

Las tres opciones mencionadas perfectamente podrían ser factibles y utilizadas por Aguirre. Sin embargo, en las tres alternativas se puede presenciar la ausencia de volantes por afuera o extremos; algo inusual en los equipos del actual técnico de Peñarol. El reto, entonces, sería más que desafiante. 

 

Es que, la presencia de extremos en los equipos de Aguirre ha sido casi que permanente e inmóvil,. Porque éstos le han demostrado a lo largo de su periplo como técnico mirasol ser una de sus armas letales. Los extremos han sido como un plus en los equipos de Aguirre, porque le han beneficiado a su estilo para romper con los esquemas del rival, y mayormente le han dado buenos resultados.

 

Sin embargo, y pese a sus antecedentes sin extremos, casi sin precedentes, no sería la primera vez que el técnico exponga un equipo sin volantes por afuera. Sería cuestión de adaptar una nueva forma de juego colectiva en función de, hacer valer al máximo, el potencial de dos jugadores de notables condiciones. Aunque, de similares características.

 

Es importante destacar y rememorar, que, cuando Aguirre apostó con dos delanteros netos en la temporada pasada; como por ejemplo, cuando utilizó las duplas ofensivas Sequeira-Silvera, Batista-Silvera o Silvera-Avenatti. Y, al mismo tiempo, recostó a Leo Fernández sobre la banda izquierda de los volantes conformando un 4-3-1-2, lo hizo por el Campeonato Uruguayo contra rivales menos exigentes. El entrenador se decidió al cambio en partidos en los cuáles Peñarol estaba obligado a ser protagonista y a salir a ganar. Jamás lo hizo, por ejemplo, en un partido de Copa Libertadores o ante un rival de alta demanda física.

 

Los contextos y las posibilidades quedaron a la vista. Están plasmados y planteados. Las diferentes reflexiones y opiniones de sus hinchas, o de allegados al fútbol en general, pueden tener variables y diversos veredictos. Solo resta conocer la decisión del entrenador sobre la función de David Terans.

 

Entonces, ¿Podrán jugar juntos? ¿Sí o no?