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100 años de Colombes (32)

Primer libro que reveló la historia del deporte en el Uruguay desde 1830 a 1900. Uruguay, la política y el fútbol (1).




Martes 10 de junio de 1924. Portada del diario El Día. La publicación de José Batlle y Ordóñez, fue el único periódico que cubrió el campeonato mundial de fútbol, en la VIII Olimpiada, con un enviado especial. Lorenzo Batlle Berres, sobrino de Don Pepe, viajó como un integrante más de la delegación. Así comenzó la cobertura después de la sensacional victoria.


12 enero, 2025
Columnistas Habla la historia

ESCRIBE: ATILIO GARRIDO

 

El binomio formado por Eduardo Gutiérrez Cortinas y el Ing. José L. Buzzetti, encaró por primera vez en nuestro país el estudio de la evolución histórica del ingreso de los deportes al Uruguay. El éxito del libro Historia del deporte en el Uruguay (1830 – 1900), incluyó la ubicación en el tiempo, vinculándolos con los procesos político que fueron registrándose en el Uruguay. Quien esto escribe, y que se considera aprendiz de los mencionados escritores, siguió ese camino que reflejaba y refleja hasta el presente, una realidad. En Uruguay la política y el deporte, principalmente el fútbol, desde que comenzó a trascender, siempre estuvieron conducidos por dirigentes políticos, reservándose los cargos más altos para ser designados por el partido político gobernante.

 

La extensa simbiosis se inició con Héctor R. Gómez cuando en 1907 asumió la presidencia de la Asociación Uruguaya de Football. Era un hombre del riñón del Dr. Pedro Manini Ríos, ambos periodistas del diario El Día y hombres de la primera línea de primera línea de acción de José Batlle y Ordóñez.

 

Precisamente su hijo, César Batlle Pacheco, ostenta un récord inigualado en la conducción del fútbol. Asumió la presidencia de AUF el 6 de junio de 1924 cuando el titular, –el médico Atilio Narancio-, solicitó licencia para viajar a Estados Unidos sometiéndose a una extensa intervención quirúrgica. El primer mandato de Batlle Pacheco al frente de la AUF, expiró al aprobarse el llamado “laudo Serrato”.

 

En este lapso Batlle Pacheco acumuló un año, tres meses y nueve días de mandato en la AUF. Regresó al cargo en 1943 extendiendo su conducción hasta 1952. El hijo de don Pepe Batlle no sólo es el presidente de AUF que en toda la historia desde 1900 hasta hoy, estuvo más años en el cargo, sino que también acumuló el privilegio de ser la máxima autoridad cuando los celestes ganaron dos campeonatos del mundo: 1924 y 1950.

 

Luchan en el fútbol dos batllistas: César, hijo de don Pepe y el Dr. Julio María Sosa.

 

        En 1919 la presidencia del Club Atlético Peñarol la ejercía César Batlle Pacheco, el hijo de don Pepe. Dentro de la institución y también en el Partido Colorado, fue ganando predicamento el Dr. Julio María Sosa.  En 1921 Sosa resultó elegido presidente del club aurinegro, primera etapa de su objetivo final que era lograr el apoyo de don Pepe, para ser ungido candidato a la presidencia de la República en las elecciones de 1922. Una de sus condiciones era la inteligencia. La otra el respaldo de un sólido patrimonio personal. Esta última faceta permitió que Sosa desarrollara una acción de impacto. Adquirió cuatro diarios que aparecían en Montevideo. El más importante fue La Razón. La útil apuesta apuntó a que por medio de la prensa se enviaran los mensajes a los aficionados al fútbol, mientras paralelamente el hacer conocer su figura a todo nivel, en las páginas de los cuatro periódicos, ingresaba a la arena política aspirando a la candidatura presidencial, para lo cual, la decisión de Batlle y Ordóñez era fundamental. El líder del grupo político decidiría…

 

1919: El fútbol argentino dividido

 

El ascenso del Dr. Julio Ma. Sosa a la conducción de Peñarol, encontró al fútbol uruguayo viviendo las presiones del argentino, que se encontraba dividido desde 1919 en la Asociación Argentina de Football y la disidente Asociación Amateur de Football.

 

El Club Nacional de Football presidido desde 1911 por la indiscutida figura de José María Delgado, mantuvo una posición de expectativa. Sin embargo, en Nacional a nivel directriz ganaba espacios la figura de Rodolfo Bermúdez, quién desde una década atrás fue construyendo poder, logrando ser designado delegado del club en la Asociación Uruguaya. Además, en una decisión que fue colocar una piedra en el zapato de la institución, fundó el Club Nacional de Deportes, con sede propia y actividades paralelas al club madre.

 

En lo que atañe al conflicto dentro de la AUF, Rodolfo Bermúdez inclinó su apoyo a la oficial Asociación Argentina, soldando una amistad importante con el presidente Benjamín Toulousse. Se trataba de una pintoresca figura del club Huracán de Parque de los Patricios, cuyo único objetivo era lograr que por primera vez en la historia que la selección argentina conquistara la Copa América. Se caracterizaba por su oratoria fluida y extensa. Era una especie similar al Rodolfo Bermúdez del Club Nacional de Football, motivo por el cuál lograron cultivar la amistad.

 

Diferente posición de Peñarol y el Dr. Julio María Sosa

 

En cambio, los delegados de Peñarol, con participación del Dr. Julio María Sosa, presidente del club, exhibían una posición decidida de apoyo a la Asociación Amateur de Football.

 

Avanzando los meses de 1921, esta disidente asociación argentina comenzó a preocuparse, al observar que la Asociación liderada por Toulousse avanzaba en la organización de la Copa América.  Por decisión anterior de la Confederación Sudamericana designada organizadora la asociación de Toulousse tenía ese cometido, fijándose la fecha de disputa de la Copa América para el mes de octubre de 192.

 

 Sin embargo, se corría el riesgo de que el torneo no se realizara por el problema planteado en la Asociación Uruguaya de Football presidida por León Peyrou. Era un destacado autodidacta, Inventó a Héctor R. Gómez llevándolo a la presidencia de la AUF, fundador de River Plate de Uruguay y conocedor del ambiente internacional.

 

Los argentinos nunca habían logrado la obtención de la Copa América, quedándose sin el título en los cuatro certámenes anteriormente disputados. Ante los hechos realizaron todo tipo de solicitudes y planteos para que Uruguay resolviera participar en el torneo. Brasil y Paraguay, que debutaría en esta competencia, comunicaron con anterioridad su inscripción en el certamen. Pero… el importante era Uruguay.

 

Después de varias reuniones en la Asociación Uruguaya de Football presidida por Peyrou:

 

“Anoche fue tratado el asunto relativo a la intervención en el Certámen (sic) Sudamericano. Se resolvió enviar tres delegados al Congreso de la Confederación Sudamericana, quienes pugnarán por la unidad del football argentino a los efectos de los partidos internacionales, estando a lo que el Congreso resuelva. Si se liquidara ese asunto por el Congreso antes de la iniciación del Campeonato Sudamericano, el team uruguayo concurrirá a disputarlo. Esto es en síntesis lo que se resolvió con respecto a este importante asunto”.[1]

 

La victoria tiene mil padres…

 

Pocas semanas después el presidente de Nacional recibió la siguiente enviada con la firma del presidente de la Asociación Argentina de Football:

 

 

“Buenos Aires 8 de Octubre de 1921. Doctor José María Delgado. Estimado amigo. Enterado por la prensa diaria de que se atribuye a otros la noble gestión conciliatoria del football argentino, me complazco por medio de la presente, hacer llegar a su conocimiento la noble y desinteresada actitud del digno amigo Rodolfo Bermúdez, que siendo autor de las bases que se aceptaron en la solución del cisma, solo ha tenido frases de aliento y de concordia. Y como muchas veces con la modestia de uno se constituye el pedestal para la culminación de otros, me es grato dirigirme a usted para cumplir con el imperioso mandato de la verdad y la justicia, declarando: que desde hace dos meses obran en mi poder escritas de puño y letra del señor Bermúdez, las bases que sirvieron para unificar el football argentino, naturalmente salvo pequeñas modificaciones que no alteran el fondo altruista de ellas. Acepte querido doctor un apretón de manos. Benjamín Toulousse”.

 

        En la próxima nota continuaremos con el tema, adelantando una de las primeras consecuencias del texto de la carta. El Dr. José María Delgado resolvió no presentar su reelección al cargo de presidente del Club Nacional de Football, que ejercía continuamente desde 1911. Denominado “El patriarca de Nacional”, evitó en ese año la disolución del club, democratizando al mismo.

 

José María Delgado (Salto, 10 de julio de 1884 – Montevideo, 5 de mayo de 1956) fue un médico, poeta, político y dirigente deportivo uruguayo, fue uno de los más importantes presidentes del Club Nacional de Football. Tuvo tres hermanos llamados Asdrúbal, Julio y María del Carmen. Fue a la escuela en el Colegio Seminario en Montevideo y la secundaria en el Liceo Lerena en Salto. En 1900 volvió a Montevideo para estudiar medicina en la Universidad de la República y se recibió en diciembre de 1908. En 1923 obtuvo el primer premio en el concurso literario organizado con motivo de la inauguración del monumento al Prócer en la Plaza Independencia por Canto a Artigas.

 

[1] Deportes. Football. La cuestión internacional. El País. Montevideo. 14/09/1921.