El dueño de lo imposible
Diego Aguirre, hecho a la medida de Peñarol. El entrenador campeón renovó contrato por dos años más con los aurinegros. La "Fiera" continúa al mando hasta diciembre de 2026.
La historia de Diego Aguirre en Peñarol ha sido tan especial que, sin dudas, es para ser llevada a los libros.
Por su agónico gol como futbolista en el minuto 120’, que le permitió a Peñarol ganar su quinta Copa Libertadores de América. Por su trayecto como entrenador durante sus cuatro períodos en el cargo, transmitiendo una sinergia especial entre cuerpo técnico, jugadores y el hincha.
Porque Diego Aguirre, en Peñarol, logra llevar a cabo una conexión sentimental entre los involucrados, que con el tiempo, siempre, se termina reflejando positivamente en los resultados deportivos.
Por todo lo que le ha tocado vivir en Peñarol. En su carrera como futbolista y como entrenador, ha llegado al punto de alcanzar una identificación tan profunda y especial en el club de sus amores, que se volvió un experto en trasladar su mística, su adhesión y su apego a sus propios dirigidos.
En los momentos en los que Aguirre es el técnico de Peñarol, todo el entorno y el contexto ronda en sus decisiones. Y sin buscarle argumentos finos a una realidad única, la “Fiera” se vuelve el gran causante de los logros de su equipo.
Porque vaya casualidad, que justo cuando Diego Aguirre es el entrenador de Peñarol, drásticamente, el club se vuelve competitivo y pasa a vivir una historia llena de ilusión y expectativa. Como si estuviese abrazado a la historia.
2003: Cortó el tetracampeonato de Nacional
La primera experiencia de Diego Aguirre como entrenador de Peñarol comenzó con la obtención del Campeonato Uruguayo 2003. Para el club y sus hinchas, no significó un logro más sino que fue un título muy especial. Porque el aurinegro venía de una racha negativa desde lo deportivo, y necesitaba cortar -como sea- con el tetracampeonato que auguraba ganar Nacional ese año, después de haber conquistado los títulos del 2000, 2001 y 2002.
El presidente José Pedro Damiani había apostado a un joven Diego Aguirre, que recién comenzaba con su periplo de entrenador. Si bien, venía de hacer una gran campaña con Plaza Colonia, el desafío de dirigir a Peñarol en un momento crítico no era para hombre de pocas agallas. Sin embargo, como si estuviese predestinado, Damiani lo respaldó, confió en sus condiciones y le brindó toda su confianza para asumir semejante responsabilidad.
Al mismo tiempo, el presidente contrató al reconocido arquero paraguayo, José Luis Chilavert, de trayectoria envidiable, para ser el capitán y líder dentro del campo de juego. El nexo entre caudillos fue perfecto.
Aquella película, riesgosa, y que comenzó con suspenso, terminó con el mejor final. Porque Peñarol, de la mano de Aguirre como entrenador, fue Campeón Uruguayo y le cortó la racha a Nacional. Al mismo tiempo, la posibilidad del tetracampeonato.
2009/10: Cortó una sequía de 7 años sin títulos
Similar a cuando Óscar Tabárez había tomado el cargo en Peñarol en 1987, después de dirigir a las selecciones juveniles de Uruguay. En esta oportunidad, Aguirre asumió la dirección técnica del club aurinegro después de dirigir a la celeste en el Campeonato Sudamericano y en el Mundial Sub-20, en 2009.
Peñarol atravesaba una de las crisis más profundas a nivel deportivo en toda su historia. Venía de siete años sin títulos. De seis años sin clasificar a fase de grupos de Copa Libertadores. Y por si fuera poco, en el momento que Aguirre asume, Nacional ya era campeón del Apertura de ese año y llevaba diez puntos más en la tabla Anual que Peñarol, que culminó quinto en el primer torneo de la temporada. El reto para Aguirre era una odisea. Y más que un desafío, parecía una quimera.
Sin embargo, hay personas que parecen estar designadas para revertir lo que parece imposible. En Peñarol, una de ellas es Diego Aguirre. Porque bajo su mando, Peñarol no solo que conquistó el Clausura de punta a punta, sino que ganó todos los partidos -menos el clásico-, terminó invicto y alcanzó 43 puntos de 45, alcanzando un récord de puntos en torneos cortos. Gesta que se mantiene hasta la actualidad.
Peñarol, también obtuvo la tabla Anual descontando aquellos diez puntos que le llevaba Nacional. Le ganó las finales a su tradicional rival y se consagró Campeón Uruguayo tras 7 años, cuando todo parecía cuesta arriba. Otra vez, como en 2003, bajo la dirección técnica de Diego Aguirre.
2009/10: Cortó una sequía de 6 años sin fase de grupos en Copa Libertadores
El título de Campeón Uruguayo 2009/10 le permitió a Peñarol retomar lugares de prestigio a nivel internacional, porque en sus seis años precedentes, el aurinegro prácticamente se había olvidado de la Copa Libertadores debido a los malos resultados en el ámbito local.
Después de seis años, el aurinegro volvía a disputar la fase de grupos de la Copa Libertadores, en 2011. Desde 2005, Peñarol sólo había disputado la fase previa del torneo continental en las ediciones 2005 y 2009, pero sin éxito.
La última participación de Peñarol en fase de grupos se remontaba a la edición 2004. ¿Quién había sido el técnico? Diego Aguirre.
Clausura 2009/10: Récord de puntos en torneo corto
El Clausura 2010 de Peñarol, bajo el mando de Diego Aguirre, fue histórico. Porque aquel equipo batió todos los récords en torneos cortos, alcanzando 43 puntos de 45. El aurinegro ganó 14 partidos de 15, salvo el clásico ante Nacional que terminó 0:0.
Los 43 puntos que sumó Peñarol se consolidó como la cifra más alta lograda por un equipo en un torneo corto. Años después, el Nacional de Álvaro Gutiérrez estuvo muy cerca en el Apertura 2014, alcanzando los 42 puntos.
2011: Peñarol vuelve a una final de la Copa Libertadores tras 24 años
En 2011, Peñarol no solo que volvió a disputar fase de grupos de Copa Libertadores después de seis años, sino que lo hizo en una versión extrema, sin escalas.
Luego de una campaña formidable, que recorrió el mundo y sensibilizó a más de uno en la medida que aquel equipo fue eliminando a las grandes potencias del continente, el Peñarol de Diego Aguirre llegó nada menos que a la final de la Copa Libertadores, ante Santos. Lo que parecía inalcanzable se volvió casi una epopeya.
La última final de Libertadores que había disputado Peñarol se remontaba a 1987, en la que el técnico era Óscar Tabárez, pero el jugador que logró la épica marcando un gol en la final en el minuto 120’, fue un tal Diego Vicente Aguirre. El hombre de los milagros.
2024: Octavos de final de Copa Libertadores después de 13 años
Tras aquella gesta conseguida en 2011, Diego Aguirre volvió en 2024 para ser el técnico de Peñarol luego de 13 años. Y vaya si el hincha agradeció su regreso.
Es que en esos 13 años que pasaron, Peñarol pasó de una frustración a otra y volvió a hundirse en una crisis deportiva a nivel internacional. A tal punto, que desde aquel 2011, cuando alcanzó la final de la Copa Libertadores, hasta antes de la última llegada de Aguirre, el aurinegro jamás había podido superar la fase de grupos del máximo torneo continental. Las expectativas del hincha siempre se esfumaban apenas en el inicio.
Fueron nueve eliminaciones en fase de grupos de Copa Libertadores y tres ediciones en la que Peñarol ni siquiera clasificó. El hincha sufrió, y mucho.
Pero, el 2024 tenía preservado un lugar especial para el hombre que hace ilusionar a Peñarol. Para el hombre que pareciera tener la “Varita mágica”. Para el entrenador que siempre que dirigió al aurinegro, lo hizo soñar.
Y una vez más, Aguirre no le defraudó al hincha. Bajo su conducción, Peñarol no solo que superó la fase de grupos después de 13 años, sino que alcanzó las semifinales del torneo más prestigioso de América contra todo pronóstico.
Otra vez resurgía Peñarol a nivel continental. Y otra vez, bajo el mando de Diego Aguirre.
2024: Título del Uruguayo y récord
El reciente título de Peñarol como campeón uruguayo, significó mucho más que un nuevo galardón para el club. Bastante más.
Porque previo a este Campeonato, el club venía de un 2023 colmado de frustraciones, entre la decepcionante actuación en Copa Sudamericana, sumado la derrota ante Liverpool en la final por el Campeonato Uruguayo. Peñarol, estaba sometido a dar una muestra de rebeldía en este 2024.
Pero además, el club rondaba en medio de las múltiples críticas de los hinchas para el presidente de turno, en medio de las polémicas entre políticos, y en medio de las “chicanas” entre directivos. El delicado momento que atravesaba Peñarol era casi como una premonición, en la que Diego Aguirre, obviamente, encajaba perfecto para revertir la situación.
Convencido de su metodología y con un propósito firme, Aguirre -otra vez- asumió el compromiso de ser el principal responsable de devolverle a Peñarol su lugar en el continente. Y vaya si lo hizo, porque el final ya todos lo saben. Logró el Apertura, llegó a la final del torneo Intermedio, fue campeón del Clausura y se quedó con la tabla Anual sumando un récord de puntos (93). Fue campeón uruguayo sin finales. Y por si fuera poco, alcanzó las semifinales de la Copa Libertadores.
Diego Aguirre, el dueño de lo imposible.