Top 5 del campeón
Tenfield.com destaca a los cinco jugadores de Peñarol que mostraron una versión por encima de la media a lo largo de todo año.
Diego Aguirre logró un equipo avasallante a nivel colectivo. Arrollador para los rivales. Pero para alcanzar este objetivo, antes, tuvo que potenciar individualidades. Y vaya si tuvo resultado.
Si bien, este plantel campeón se caracterizó por el compromiso ante la causa, por el trabajo diario, por el sacrificio y su entrega en la cancha, y por asumir una responsabilidad de tal magnitud a la altura de las circunstancias, también, tuvo destaques individuales sobresalientes y que merecen ser destacados.
En esta oportunidad, Tenfield.com distniguió a los cinco jugadores de Peñarol que mostraron una versión por encima de la media a lo largo de todo año.
GUZMÁN RODRÍGUEZ
Después de varias idas y vueltas. De tires y aflojes. Y de negociaciones que parecían no tener fin. Guzmán Rodríguez, finalmente, firmaba con Peñarol en enero pasado, tras el actual convenio que arraigan los dirigentes aurinegros en conjunto con representantes de la SAD de Boston River.
El zaguero, llegaba justamente desde Boston River; a pedido especial de Diego Aguirre y abordaba como para adueñarse del puesto. Y vaya si lo hizo.
Es que desde su primer partido con la camiseta de Peñarol (ante su ex-equipo por Copa Uruguay), Guzmán demostró estar a la altura de las circunstancias: rápido para cortar, expeditivo para anticipar, inteligente para leer al rival, aguerrido en las divididas, fuerte en el juego aéreo, y con una personalidad y un temperamento peculiar como para afianzarse en un puesto que no es para cualquiera.
En el transcurso del año y de los partidos, Rodríguez se fue consolidando a través de un ascenso superlativo en su rendimiento, hasta tal punto de transformarse en líder absoluto de la defensa de Peñarol y en uno de los mejores zagueros del Campeonato Uruguayo (si no el mejor). Tanto así, que cada vez que Aguirre se refirió a él, lo hizo con elogios y halagos destacando su jerarquía y categoría.
A Guzmán Rodríguez no le pesó nada, ni la camiseta ni los grandes desafíos. Además, tuvo el carácter necesario para asumir el rol y convertirse en pieza fundamental de Peñarol, donde jugó 45 partidos en el año y marcó dos goles.
Actualmente, tiene 24 años. Su futuro en Peñarol pende de un hilo ya que su estelar actuación hizo despertar el interés de muchos clubes del extranjero.
MAXIMILIANO SILVERA
“Que Diego Aguirre me haya pedido es especial y muy lindo. Ya me había pedido en Santos. Para mí, todo eso es una motivación extra, para entrar a cada partido y demostrar que él no se equivocó con la elección de traerme a Peñarol”, contaba Maxi Silvera en enero pasado al aterrizar en el club aurinegro.
Silvera llegó a Peñarol luego de tres temporadas en el fútbol del exterior, y lo hizo para ser el delantero titular en el equipo de Aguirre. Y vaya si le demostró.
Silvera marcó 15 goles y dio 6 asistencias, en 46 partidos en Peñarol. Es cierto que para haber sido el atacante de área titular de un equipo campeón, sus números no impactan. Es que Maxi, no fue el típico delantero goleador de su equipo sino que se transformó en un estandarte de un bloque colectivo ofensivo que se entendió a la perfección.
Su incansable trabajo a destajo de forma individual y en colectivo, con y sin pelota. Su laboriosa tarea táctica. Su esfuerzo por dejar hasta la última gota de sudor en cada jugada de ataque. Su inteligencia para leer los partidos y manejar los tiempos. Para adaptarse al juego colectivo. Para jugar de espaldas al arco en los momentos que el partido lo pedía. Para generarse situaciones de peligro por méritos propios. Para generar faltas a favor de su equipo. Para arrastrar marcas y la atención del rival. Y por convertir goles importantes.
Por todos estos factores, Silvera se ganó un lugar de elogio y prestigio en Peñarol. Porque fue un delantero sacrificado, que lo dio todo por su equipo. Pero al mismo tiempo, mostró una categoría y una jerarquía llamativa, que lo plasmó en cada acción y en cada jugada a lo largo del año.
Maxi Silvera terminó siendo el delantero que Aguirre fue a buscar.
WASHINGTON AGUERRE
Aguerre regresó en este 2024 al club de sus amores, con 30 años, más maduro, y con un importante trayecto internacional.
De todos modos, y lejos de ilusionarse, Aguerre era consciente que llegaba para ser el suplente de Guillermo De Amores, quien había sido el arquero titular de Peñarol en 2023 y todo estaba dado como para que siga siendo el elegido por Diego Aguirre en 2024.
Sin embargo, el futuro de ambos arqueros tuvo un giro drástico en la pretemporada de verano, en el torneo Serie Río de La Plata, que terminó siendo determinante para que el entrenador tome nota y se decida por la titularidad de Aguerre. Las señales parecían estar marcadas.
Porque desde su primer partido ante Boston River por Copa Uruguay, en el primer compromiso oficial de Peñarol en 2024, Aguerre mostró la seguridad necesaria para un arco tan exigente y pasó a convertirse en figura, estandarte y referente de un equipo que lo terminó ganando todo.
Es cierto que su fuerte temperamento muchas veces lo hizo excederse, reaccionando indebidamente en situaciones puntuales. Como ante Botafogo por la semifinal de la Copa Libertadores cuando fue expulsado y su equipo quedó al límite. O cuando provocó a los futbolistas de Miramar Misiones haciendo jueguitos en su área originando una trifulca entre los protagonistas.
Aguerre tuvo comportamientos inadecuados que no le permitieron llegar a la perfección, es cierto. Pero ello no le quita méritos deportivos a lo que sí supo hacer bien en la cancha. Ello, tampoco le quita merecimiento a la certeza que le brindó al arco de Peñarol durante todo el año, con rendimientos colosales. Como por ejemplo, en la serie ante Flamengo o en el partido ante The Strongest en la altura, los cuales, quedaron marcados en la mejor memoria del hincha.
EDUARDO DARIAS
La gran revelación de Peñarol. El inesperado. Llegó desde Deportivo Maldonado, en silencio y sin cartel, a pedido de Diego Aguirre tras una recomendación de Fabián Coito, quien lo había dirigido en el club fernandino en la temporada anterior.
Muchos vacilaron su contratación. Pero Aguirre jamás dudó de sus condiciones. Le dio su confianza desde su primer partido por la Serie Río de La Plata (ante Newell’s) y el futbolista, desde ese día, sintió el respaldo del entrenador.
De a poco, Darias fue atribuyéndose como parte fundamental de la oncena titular de Peñarol y lo fue demostrando en cada partido con rendimientos individuales exuberantes. Comenzó jugando como extremo. Pero en el transcurso del año, Aguirre lo fue adaptando al doble cinco hasta tal punto de convertirlo en un mediocampista todoterreno e indiscutido; en un incansable volante mixto.
Es verdad que la forma en la que Darias se adaptó a Peñarol causó asombro en el hincha, pero al mismo tiempo, su rendimiento provocó admiración. Porque no hace falta recordar que su llegada había generado más dudas que certezas, y pocos se imaginaban una actuación individual tan semejante en un club tan exigente de un futbolista que llegaba sin tanto rótulo y sin marketing.
Aguirre lo construyó para el equipo y lo adiestró para su esquema. Y la determinación y el papel protagónico que le brindó fue clave para que Darias se sienta pieza importante y confíe en sus propias condiciones.
Eduardo Darias llegó a Peñarol como una apuesta y terminó siendo un futbolista casi irreemplazable. Un jugador polifuncional, que corre, mete y hace un desgaste físico impresionante en mitad de cancha, pero también es muy inteligente y criterioso a la hora de jugar con pelota y proponer el fútbol.
Tiene una técnica provechosa y útil que le permite resolver acciones con facilidad, y esto último, le ha aportado para adaptarse sin problemas a los diferentes puestos en zona de volantes. Diego Aguirre lo ha catalogado como un “futbolista comprometido”.
Darias tiene 26 años. Jugó 39 partidos en Peñarol, marcó 6 goles y dio 4 asistencias. Es el único jugador de los que vencen contrato que ya tiene asegurada su continuidad, porque los dirigentes aurinegros tienen pensado ejecutar la opción de compra que puso Deportivo Maldonado.
LEO FERNÁNDEZ
El mejor jugador del Campeonato. Once meses después de su llegada a Peñarol, Leo Fernández no solo ha colmado las expectativas de lo que se esperaba de él, sino que las ha superado. Y sin temor a la exageración, me atrevo a confirmar que fue el jugador aurinegro más decisivo de los últimos años.
Enganche, y media punta a la vez. Mediocampista central, pero también volcado a la banda. Leo Fernández nunca tuvo una posición fija en este equipo de Diego Aguirre, sino que siempre se adoptó al puesto donde mejor y más cómodo se sintió. Y vaya si lo hizo bien. Porque jugó suelto, libre, y a su antojo.
Es cierto que su obligación táctica fue pararse detrás del centro-delantero. En tres cuartos de cancha. Por delante de los volantes centrales y en medio de los extremos. Es cierto que su función fue ser el encargado de abastecer el juego a sus compañeros. Pero Fernández asumió el rol de una forma notoria, que se transformó no solo en el creador de fútbol de su equipo sino que muchas veces se vistió de “salvador” anotando goles impresionantes, fuera de serie, y también agónicos.
Con una pegada magistral, casi única en el continente y en el mundo, este futbolista acostumbró al mundo de Peñarol a augurar goles de tiro libre antes de ser lanzados. Y si algún hincha aurinegro, en lo previo, imaginó una realidad parecida a la que vivió su equipo en todos estos meses, probablemente, pocos hayan conjeturado una película tan emocionante con Leo Fernández como actor principal.
Leo es un futbolista especial, de condiciones superlativas, y por encima de la media. Un jugador al que le sobra nivel para jugar en el exterior, pero que la afición aurinegra lo disfrutó a pleno en el fútbol uruguayo.
Peñarol contó en su plantel con un futbolista que impactó en todo sentido, y que tuvo la personalidad necesaria para exponer sus condiciones en cancha y ganarse el corazón del hincha. Leo Fernández hizo una multitud de goles y dio muchas asistencias, pero sobre todo, se ha destacado porque supo a la perfección cómo exhibir su máximo potencial para diferenciarse del resto.
Jugó 45 partidos oficiales en el aurinegro en el año. Marcó 23 goles y dio 16 asistencias. Entre sus 23 goles, 15 fueron por el Campeonato Uruguayo, uno por la final del Intermedio, 4 por Copa Libertadores y 3 por Copa Uruguay (edición 2023 disputada en 2024).
El Top 5 del campeón.