Nacional es clásico
En el Gran Parque Central, el Tricolor venció 2:1 a Peñarol y se quedó con el clásico por la sexta fecha del Torneo Clausura.
Los gritos eufóricos de Federico Santander, Christian Oliva, Diego Polenta y Antonio Galeano tras el segundo gol, convertido por el delantero paraguayo, para la victoria tricolor.
Nacional golpeó fuerte la mesa y se quedó con el clásico en el Gran Parque Central, venciendo con notoria superioridad a Peñarol 2 a 1. Un triunfo que llena de confianza al Tricolor, lo coloca a tan solo dos puntos de la primera posición de la Tabla Anual y le permite alcanzar la punta del Torneo Clausura, que comparte ahora con Danubio.
El primer tiempo se resume en un monólogo de Nacional. El Tricolor salió a la cancha convencido y desbordado de confianza, impulsado por el fervor de su hinchada, y aplastó a un Peñarol que estuvo a una distancia kilométrica de la imagen mostrada en la Copa Libertadores y de la que lo tiene como líder de la Tabla Anual. Los primeros minutos, como suele pasar en los clásicos, fueron de más peleas y discusiones que de fútbol, producto de la enorme ansiedad y del nerviosismo. Pero la actitud de Nacional, incesante y ambiciosa, lo hizo estar siempre en campo rival.
Ayudado en parte por el fuerte viento que soplaba en el Gran Parque Central, el conjunto albo bombardeó el área carbonera con centros venenosos que se cerraron sobre el arco y que tuvieron siempre en alerta a Washington Aguerre, quien fue el único de los visitantes que estuvo a la altura del partido. Ya con el asedio de Nacional establecido y con un Peñarol que no pudo hilvanar más de dos pases consecutivos, la llegada del gol era meramente una cuestión de tiempo. A los 22 minutos, Sebastián Coates pescó un rebote en el área y reventó el arco de un zapatazo, desatando la locura en las tribunas.
El equipo de Diego Aguirre nunca reaccionó. No supo sobrellevar la presión intensa de su rival y cada balón que tenía en su poder duró apenas unos pocos segundos antes de que se perdiera fuera o que la recuperara el local. Luis Mejía no apareció en escena y Nacional no tuvo preocupaciones de ningún tipo en el fondo. Sin embargo, sobre el final de la primera parte, el lateral Gabriel Báez debió haber sido expulsado tras pisar violentamente con los tapones de su botín la pantorrilla de Javier Cabrera. El VAR -controlado por Christian Ferreyra, Diego Dunajec y Nicolás Tarán- nunca llamó para que se revisara la jugada, lo cual sorprende por la claridad y vehemencia de la falta. Tampoco intervino más adelante, cuando Javier Méndez golpeó a Nicolás López con el codo en una jugada revisable por agresión.
El complemento, sin embargo, comenzó con un gol de otro partido. En la primera jugada, Gastón Ramírez desvió un tiro de Leo Fernández y la pelota fue a parar al fondo de la red. Empate inmediato en un contexto que no se preveía por ningún lado, pero que le trajo al conjunto mirasol una enorme tranquilidad para jugar. De hecho, luego de la igualdad, Peñarol logró controlar el ritmo del partido durante unos minutos, donde Nacional perdió el balón a causa de su imprecisión y del apuro por querer volver a estar en ventaja.
Pero con los cambios, Nacional volvió a ser protagonista y volvió a ganar terreno. Disconforme con el empate, fue en busca del gol de la victoria y comenzó a generar nuevamente estragos en la defensa rival, que se complicó durante todo el partido a causa de errores propios. Tanto en los duelos como en las coberturas, Peñarol dejó espacios para que el Tricolor hiciera daño, y lo hizo. Primero, Lucas Sanabria avisó con un gol que fue anulado por fuera de juego. Luego, Federico Santander, minutos después de su ingreso, no perdonó el error en un despeje por parte de Leonardo Sequeira y convirtió el segundo gol que terminó sentenciando el partido y el delirio en el Gran Parque Central.
Sin embargo, tan grande fue el delirio que los propios hinchas tricolores, en medio de la locura, encendieron todo tipo de fuegos artificiales. Algunos de ellos fueron lanzados al campo de juego y estallaron cerca de los jugadores albos, lo que generó que se detuviera el juego por mucho tiempo y que incluso se considerara la posibilidad de suspenderlo. Cuando el clima se calmó, el partido se reanudó y Nacional terminó de cerrar una victoria clásica, deformada por los incidentes, pero triunfo clásico al fin y de suma importancia. Un gran golpe sobre la mesa del campeonato, ya que lo pone a un partido de distancia de Peñarol en la Tabla Anual -ahora los separan tan solo dos puntos- y que le permite alcanzar la punta del Torneo Clausura, en donde venía reinando Danubio en soledad.
Nacional es clásico.
CAMPEONATO URUGUAYO 2024
TORNEO CLAUSURA
SEXTA FECHA
DOMINGO 6 DE OCTUBRE
NACIONAL 2:1 PEÑAROL
Cancha: Gran Parque Central.
Juez: Leodan González. Asistentes: Agustín Berisso y Marcelo Alonso.
Cuarto árbitro: Leandro Lasso. VAR: Christian Ferreyra, Diego Dunajec y Nicolás Tarán.
NACIONAL: Luis Mejía, Leandro Lozano (56′ Nicolás Rodríguez), Sebastián Coates, Diego Polenta, Gabriel Báez, Christian Oliva, Lucas Sanabria, Alexis Castro (66′ Mauricio Pereyra), Jeremía Recoba (66′ Antonio Galeano), Nicolás López (80′ Exequiel Mereles) y Rubén Bentancourt (80′ Federico Santander). Director técnico: Martín Lasarte. Suplentes: Ignacio Suárez, Mateo Antoni, Emiliano Velázquez, Diego Zabala, Gonzalo Petit.
PEÑAROL: Washington Aguerre, Pedro Milans, Javier Méndez, Guzmán Rodríguez, Maximiliano Olivera, Damián García (82′ Rodrigo Pérez), Gastón Ramírez (61′ Lucas Hernández), Javier Cabrera (61′ Leonardo Sequeira), Leonardo Fernández (77′ Facundo Batista), Eduardo Darias y Maximiliano Silvera (77′ Felipe Avenatti). Director técnico: Diego Aguirre. Suplentes: Guillermo De Amores, Leonardo Coelho, Camilo Mayada, Ignacio Sosa, Alan Medina.
GOLES: 22′ Sebastián Coates (N), 46′ Gastón Ramírez (P), 83′ Federico Santander (N).
Tarjetas amarillas: 11′ Leonardo Fernández (P), 26′ Guillermo De Amores (P), 26′ Gonzalo Petit (N), 50′ Guzmán Rodríguez (P), 90+19′ Rodrigo Pérez (P).
Expulsado: 23′ Mateo Antoni (N).
