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Clásico bisagra

Nacional recibe a Peñarol en el Gran Parque Central en un clásico cuyos puntos tienen un peso enorme en el Torneo Clausura, pero sobre todo en la Tabla Anual.




Sebastián Coates y Leonardo Fernández se volverán a ver las caras en el domingo en el Gran Parque Central, a partir de las 16:00 horas.


4 octubre, 2024
Primera

El próximo domingo, a partir de las 16:00 horas, Nacional recibirá a Peñarol en el Gran Parque Central en el tercer clásico de la temporada, que lleva consigo tres puntos de una trascendencia primordial. Un partido que coloca la lupa especialmente sobre la Tabla Anual y cuyo resultado puede ser bisagra, a pesar de quedar más de la mitad del Torneo Clausura por jugarse.

 

Es que en la sexta fecha que se abrirá este viernes se enfrentarán el líder y el escolta de la Tabla Anual, quienes parecen estar jugando un torneo aparte, donde no hay lugar para otros clubes. Esto se debe a la diferencia abismal que el Carbonero (66 puntos) y el Tricolor (61 puntos) tienen en dicha tabla respecto a los equipos que les siguen, que son Defensor Sporting y Boston River, con 44 puntos, y Danubio y Wanderers, con 41 unidades. Por lo tanto, con 30 puntos aún por jugarse, todo indica que el ganador de la Tabla Anual será uno de los rivales clásicos de este domingo.

 

Sin embargo, el panorama cambia en la tabla del Torneo Clausura y es ahí donde surge la esperanza para los demás equipos, que se ilusionan con ganarse un boleto para definir el Campeonato Uruguayo. Al día de hoy, Danubio rige como líder único e invicto, con 13 puntos, mientras que Peñarol y Nacional lo siguen de cerca, con 11 unidades, así como Boston River, Wanderers y Rampla Juniors, con 10. Si bien todavía queda camino por recorrer, es difícil proyectar a un posible ganador, ya que el escenario es apretado y el futuro aún es incierto.

 

LOS ÁNIMOS DE LA SEMANA CLÁSICA

 

Nacional afronta esta semana entonado por la goleada cosechada ante Progreso en el Parque Viera, donde fue superior de principio a fin y ganó con contundencia, sin sufrir ningún tipo de contratiempo más allá de la lesión del joven extremo Exequiel Mereles (esguince de tobillo). Martín Lasarte se arriesgó al preservar jugadores titulares como Diego Polenta y Gabriel Báez (ambos con cuatro tarjetas amarillas) y Christian Oliva, pero el equipo no falló. 

 

Ahora, con la reintegración de los tres ausentes, el arquero y la línea del fondo para el clásico parece salir de memoria, con Luis Mejía en el arco y una defensa integrada por Leandro Lozano, Sebastián Coates, Diego Polenta y Gabriel Báez. Lo mismo sucede con Lucas Sanabria y Christian Oliva, quienes ya suman varios partidos como la pareja de volantes centrales tricolores y nada indica que eso pueda cambiar de cara al domingo, donde tendrán la difícil tarea de controlar a Leo Fernández.

 

En el ataque, la figura inamovible es Nicolás López, quien se ha ganado el puesto como titular y cada vez suma más minutos en cancha. Pero las dudas surgen respecto a quiénes lo acompañarán. Mientras Rubén Bentancourt parece ganar la pulseada para ser el artillero gracias al rodaje que ha tenido, los extremos muestran mayor incertidumbre. Diego Zabala, Gastón González, Alexis Castro y Antonio Galeano se perfilan como principales candidatos, siendo los últimos dos los titulares en el último partido, por lo que corren con ventaja. Por lo tanto, si bien la base del equipo parece estar definida, todavía hay lugares específicos donde el entrenador deberá tomar una decisión.

 

Por el otro lado, Peñarol prepara el clásico luego de un empate sin goles ante Racing en el Campeón del Siglo, donde la polémica y la molestia con el arbitraje por parte de Diego Aguirre y de todos los carboneros fueron protagonistas. Si hubiera conquistado la victoria, el Aurinegro llegaría con un colchón de puntos más que cómodo para afrontar el partido del domingo con calma y sin presión; incluso con la posibilidad de colocar suplentes. Sin embargo, la igualdad del lunes le abrió la posibilidad a Nacional de colocarse a tan solo dos puntos de diferencia en la Tabla Anual en caso de ganar, lo que añadiría mucha tensión al desenlace del campeonato.

 

De este modo, el Carbonero no puede relajarse, por lo que todo parece indicar que Aguirre no se guardará nada y saldrá a jugar el partido con sus mejores armas, las mismas que consiguieron la heroica clasificación a semifinales de Copa Libertadores ante Flamengo, lo que, además, tiene al equipo desbordado de confianza.

 

Sin embargo, en las últimas horas se conoció la lesión del extremo Jaime Báez, quien terminó el duelo ante Racing con una contusión y se le detectó un pequeño desgarro y lo deja más fuera que dentro de la convocatoria, aspirando a volver para el duelo con Botafogo. Dicha lesión, además, se suma al desgarro en el gemelo derecho de Damián Suárez, ya descartado.

 

De esta manera, se abre una vacante en la banda izquierda con varios candidatos y opciones para ocuparla. Una de ellas podría ser el ingreso de Leonardo Sequeira, quien solía ocupar el extremo izquierdo durante la primera mitad del año. Otra posibilidad sería que Gastón Ramírez ingrese como volante central junto con García, desplazando a Darias hacia la banda. Una tercera opción podría ser la aparición de Lucas Hernández como volante-extremo, y una cuarta variante, aunque quizás menos probable, podría ser el ingreso de Alan Medina, quien ha sumado buenas actuaciones. Pero mientras la gran duda yace en el extremo izquierdo, el resto del equipo parece salir de memoria: Washington Aguerre; Pedro Milans, Javier Méndez, Guzmán Rodríguez, Maximiliano Olivera; Damián García, Eduardo Darias; Javier Cabrera, Leonardo Fernández y Maximiliano Silvera.

 

LOS TRES FUTUROS

 

De los tres resultados posibles, dos de ellos favorecen a Peñarol y uno a Nacional. Ninguno de ellos modificaría las posiciones de la Tabla Anual, pero sí generaría movimientos en el Torneo Clausura.

 

Triunfo de Nacional

 

En el caso de que el Tricolor se imponga en su casa, llegaría a 64 puntos en la Tabla Anual y recortaría considerablemente la distancia respecto a Peñarol (66), que aún se mantendría como líder, pero con una pequeña ventaja. De esta manera, lo que hace dos fechas parecía lejano, se vuelve posible, y Nacional ejercería mucha presión a su rival, dejándolo sin margen de error.

 

Sin embargo, este resultado no le garantiza a Nacional depender de sí mismo, ya que para tener la oportunidad de igualar o superar al conjunto mirasol, necesitaría un nuevo tropezón de Peñarol (empate o derrota), además de un nuevo triunfo tricolor. Por otro lado, la victoria clásica dejaría al Bolso por encima del Carbonero en el Torneo Clausura, incluso con la probabilidad de apoderarse de la primera posición, si Danubio pierde. Es el mejor escenario que Nacional se puede imaginar.

 

Empate

 

Una igualdad el domingo mantendría las cosas de la misma manera en las que se encuentran en este instante: cinco puntos de ventaja para Peñarol en la Tabla Anual, lo que le garantizaría al menos dos partidos de distancia sobre su tradicional rival. De esta forma, el Torneo Clausura se transformaría en la prioridad para Nacional, ya que sería el camino más viable para alcanzar la definición del campeonato.

 

Triunfo de Peñarol

 

Una victoria carbonera en el Gran Parque Central representaría un golpe en el mentón de Nacional con un impacto mucho más fuerte del que causaría una derrota de Peñarol. Es que, en caso de un triunfo del equipo de Diego Aguirre, la diferencia entre ambos equipos en la Tabla Anual alcanzaría los ocho puntos: una distancia de al menos tres partidos, quedando solo nueve encuentros por jugar. Este escenario reduciría exponencialmente las esperanzas tricolores de remontar, y no sería el único problema. A su vez, Peñarol superaría a Nacional en el Torneo Clausura, donde también quedaría en desventaja y sin capacidad de depender de sí mismo.

 

Por lo tanto, el enfrentamiento del domingo no es un clásico más; es un clásico bisagra.