Diego Aguirre: “Dimos un paso muy importante”
"Fue muy emocionante vivir este momento", confesó el técnico aurinegro tras la agónica victoria frente a Liverpool, y agregó: "Esto sigue".
Diego Aguirre, el entrenador de Peñarol, en una noche en la que su planificación y su trabajo en campo resultaron fundamentales.
El triunfo agónico, heroico e impostergable de Peñarol, en la última jugada del partido, desató una explosión de euforia y emoción tanto en las tribunas como en la cancha. Y uno de los que más festejó fue el técnico, Diego Aguirre, quien celebró con los brazos levantados, los puños cerrados, y gritando con toda la fuerza de cara a su hinchada.
En declaraciones exclusivas a Tenfield, Aguirre mostró emoción, pero también mesura: “Minuto 120… A algo me recuerda. Estoy muy contento por haber ganado. Sin embargo, esto sigue. Dimos un paso muy importante, y tenemos que prepararnos para el miércoles y para el sábado, porque Liverpool jugó muy bien y no va a ser fácil”, afirmó.
La “Fiera” también compartió lo que sintió con el triunfo y se animó a confesar una charla privada que tuvo con Abel Hernández, el héroe de la noche. “La verdad que fue muy emocionante. Volví hace muy poquito al club de mis amores y de mi vida, y vivir este momento me emocionó muchísimo. Poder gritar un gol de esa manera me trajo mil recuerdos. A Abel le dije: ‘Abel, te preciso para el gol, para los minutos finales. Avisame cuando estés pronto y te meto’. Tenemos una amistad muy linda; es un jugadorazo”, detalló el entrenador.
Aguirre presentó una figura táctica que hasta el momento no había utilizado, con una línea de tres centrales y con dos carrileros -Camilo Mayada y Lucas Hernández- para poblar más la mitad y el centro de la cancha, medios por los que transitan muchos circuitos de fútbol de Liverpool. El técnico dijo que el motivo de este esquema se debió a que quería “mayor solidez defensiva”, y destacó la presencia de Maximiliano Olivera, ya que era la pieza que le faltaba para poder esbozar tal formación.
Respecto a la sustitución de Valentín Rodríguez -quien había ingresado para jugar el complemento- por Franco González, el entrenador descartó que fuera por cuestiones deportivas. “Valentín se sintió, no fue una variante táctica. Sintió una molestia muscular. Entró Franco, generó situaciones con su magia y fue importantísimo en el gol”. Por más que el cambio haya sido por cuestiones sanitarias, el ingreso del “Cepillo” fue determinante. Y le cambió la cara al equipo sobre el final del partido para ir en busca del triunfo, algo que Rodríguez no pudo concretar. Aguirre también hizo referencia al reemplazo del goleador, Matías Arezo, y dijo que se debió a una “situación de calambre”.
Entre la emoción, la felicidad y el heroísmo del triunfo obtenido, el histórico técnico carbonero se mostró nostálgico. “Es un sentimiento tremendo que hay en Peñarol, más fuerte que cualquier otra cosa. Fueron muchos años afuera y mi vuelta se dio de forma repentina, sin esperarlo. También estoy mas grande y más nostálgico. Disfruto más de Los Aromos, miro los cuadros históricos y recuerdo mis momentos de jugador. Me está pegando fuerte, aunque ahora necesitamos prepararnos para el partido del miércoles y del sábado, porque Liverpool demostró ser un muy buen equipo. Pero Peñarol también tiene sus armas y su historia”.
La victoria de hoy empareja las chances de ambos equipos de alcanzar el título de campeón. De todos modos, y por más festejado que sea en Peñarol, el mirasol todavía no definió nada, una carencia respecto a la cual Aguirre es consciente. “Nosotros jugamos el partido como una final. Si jugábamos como estábamos jugando antes, era imposible ganar”, dijo, y fue aún más autocrítico: “Tampoco se puede decir que la mejoría haya sido tanta. Tenemos que trabajar mucho para el miércoles y el sábado”.
El miércoles en Belvedere, entonces, el conjunto dirigido por Diego Aguirre tratará de acercarse a la copa, haciendo valer la autoridad y la historia aurinegras, como lo hizo esta noche, sobre todo durante el alargue.
