Apuntes de Cámara Celeste (3)
A través de una serie de anotaciones eléctricas y picantes, Sergio Gorzy relata cómo vio una semana muy particular para el fútbol uruguayo.
Álvaro “Chino” Recoba, en el túnel del vestuario del Gran Parque Central, camino a su debut como director técnico de Nacional.
28 octubre, 2023
Escribe: Sergio Gorzy
- 1) Lo dijo el filósofo contemporáneo doctor Alfredo Enrique Etchandy, y día a día queda demostrado: “Todos los directores técnicos son interinos”. Así es. No importa cuándo vence el contrato: los resultados mandan. Y Nacional pone a Recoba en lugar de Álvaro Gutiérrez, con un contrato hasta final de 2024. Pero los resultados mandarán….
- 2) Recoba es el “Chino”, pero no es Fu Manchú; o sea que no es un mago. Con la pelota, hizo cosas mágicas. Ahora tendrá un tipo de trabajo que no depende exclusivamente de él, ya que cuenta con un plantel ya armado y está una posición difícil en la tabla.
- 3) Peñarol, conducido por Darío Rodríguez, ha logrado cinco triunfos consecutivos. En algunos de esos partidos, jugó mal. En otros, muy mal. Sin embargo, los resultados mandan, y en Peñarol ahora todo está bien y Ruglio sube en las encuestas.
- 4) Está instalada la polémica en Europa. El Balón de Oro 2023 tomará en cuenta lo realizado entre agosto de 2022 y julio de 2023, por lo que incluirá la Copa del Mundo y la Champions League. Compiten como favoritos Messi y Haaland. Hay dos bibliotecas; ambas son razonables.
- 5) Darwin vuela. Tras su partidazo ante Brasil, entró a los 60 minutos en Liverpool contra Everton y, con una corrida excepcional, asistió al egipcio Salah para uno de los 2 goles de la victoria de su club. En los días siguientes, el gigante inglés se vio beneficiado por su excepcional aporte.
- 6) Lo habíamos pronosticado: contra Brasil Darwin marcaría 2 goles, y la suya sería una actuación consagratoria con la celeste. Hizo uno y medio y fue ovacionado. Ya nadie lo discute. A mí me gusta contar las ganadas. Las pérdidas que las cuenten otros.
- 7) Como permanente luchador a favor de la autoestima de los uruguayos, es que voy a referir a Boca. El popular equipo argentino clasificó a la final de la Libertadores. Y sueña con ganar la copa apelando a dos uruguayos como sus hombres de punta. Como se sabe, nos referimos a Cavani y a Merentiel. Ninguno de los dos está siquiera en el radar de la selección uruguaya. Pero esta no pretende ser una crítica a Bielsa, sino una referencia a una realidad particular. Uruguay puede ganarle a Brasil y darse el lujo de tener jugadores como Merentiel y Cavani en la final de una copa internacional que no sean citados por la selección. Habla bien del nivel de nuestros jugadores en general, aunque sigue sin cerrarme que apenas exista un solo “9” como Darwin y que el resto sean extremos o laterales izquierdos. Aunque, si ganamos, todo vale… y todo bien.
- 8) El Estadio Centenario recibió una cantidad de partidos inusitada en poco más de una semana. Tras la polémica sobre si había que cerrarlo para prepararlo contra Brasil, finalmente se autorizó a jugar el partido entre Deportivo Maldonado y Peñarol un viernes. El martes siguiente jugó y ganó la selección, el miércoles se enfrentaron Peñarol y Torque, el jueves, Nacional con Boston River, el domingo, Peñarol con River, y el lunes, Torque con Liverpool. En total, seis partidos entre el 13 y el 23 de octubre. Para colmo, llovió todo el día en el último.
- 9) El colega y amigo “Bambino” Etchegoyen reclamó públicamente porque en el Centenario, jugando Liverpoool 3 Montevideo City Torque 2, no estaba el tablero electrónico prendido. Lo primero que pensé era que estaba roto. Pero no: enseguida, gente de Torque le informó al “Bambino” que el tablero del Centenario no lo prenden de local, porque cuesta 1.500 dólares por partido. Ni el jeque puede sostener los gastos mínimos para un espectáculo, pero desde la comodidad de no tener presión de la hinchada, todos opinan sobre economía y sobre cómo se hace para “salvar al fútbol”.
- 10) En ese mismo partido, se dio un hecho insólito. Estaban 8 dirigentes de Liverpool sentados en el casi vacío Palco Oficial del Centenario. Todos los asistentes (pocos, por cierto) se ubicaban de la mitad para arriba del palco, para que el techo los protegiera de dos horas de intensa lluvia. De golpe, un guardia se apersonó y les pidió que se fueran de ahí a la tribuna. Explicaron que eran dirigentes de Liverpool, pero les respondieron que el local era Torque y que precisaba todo el Palco Oficial. Ya molestos, consultaron quién había dado la orden, y la respuesta fue sorprendente: Pedro Bordaberry. Tras largos cabildeos, primó la cordura y nadie se fue ni se mojó.
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