La maldición del extranjero
Un síndrome que afecta a Peñarol en los últimos años.
Peñarol, es una institución que desde sus albores sumó a sus filas jugadores foráneos. Muchos de ellos marcaron época y dejaron sus nombres grabados en letras de oro en la historia del club. Cómo ser John Harley, centro half escocés, que al decir de los historiadores, fue quien enseñó a los uruguayos a jugar al fútbol con pases cortos y la pelota al ras del piso en los primeros años del siglo pasado. La lista es larguísima y gloriosa con nombres de la talla del italiano Ernesto Vidal (campeón del mundo con Uruguay en 1950), el argentino Juan Eduardo Hohberg, el peruano Juan Joya Cordero, el chileno Elías Ricardo Figueroa, el brasileño Jair Goncalves, el paraguayo José Luis Chilavert, y por sobre todo ellos el ecuatoriano Alberto Pedro Spencer. El futbolista símbolo de la década dorada del ’60, máximo goleador de la Copa Libertadores.
Pero nadie lo puede negar, en los últimos tiempos la institución es perseguida por la maldición del extranjero.
Por ejemplo, entre 2021 y 2022, incorporó a su plantel un total de siete jugadores forasteros. Cinco argentinos: Damián Musto, Nicolás Gaitán, Federico Carrizo, Lucas Viatri y Hernán Rivero. Un brasileño: el arquero Neto Volpi. Y un ecuatoriano: Billy Arce.
Lucas Viatri, cumple su segundo ciclo en el club. Retornó en enero con la finalidad de brindar una mano, de ser una pieza de recambio. Y vale decirlo, el delantero de 35 años justificó su contratación, convirtiéndose en el máximo referente y guía del equipo, cargándoselo al hombro y a su vez anotando goles salvadores.
Lo sigue en orden de méritos, su compatriota Damián Musto. El volante de 35 años, se incorporó en abril de 2021 y formó parte del plantel campeón uruguayo. Afianzado como titular en la zona del mediocampo evidenció un rendimiento más que aceptable en los pasados Apertura e Intermedio. Inexplicablemente, en su mejor momento futbolístico partió con destino al Cartagena de España.
Y punto final.
A Nicolás Gaitán y Federico Carrizo, ya ni se los recuerda. Pasajes para el olvido.
Billy Arce, es un caso aparte. Llegó en julio y hasta el presente solamente estuvo 67 minutos en cancha. Debutó por el Clausura, al mando de Mauricio Larriera, ingresando a los 69 minutos al campo en la derrota ante Fénix. Bajo la conducción de Leonardo Ramos, jugó apenas 4 minutos frente a Deportivo Maldonado, y el primer tiempo ante Colón -equipo amateur-, por la Copa Uruguay. Fue suplente en cinco ocasiones y no fue convocado en las restantes dos fechas del Clausura. Hasta el presente, el ecuatoriano pasó completamente desapercibido. ¿El nuevo Riasco?
En números, los últimos siete foráneos carboneros…
NETO VOLPI
2021: 4 partidos: 3 ganados, 1 empatado. Completó 360 minutos, recibió 3 goles.
2022: 5 partidos: 1 ganado, 1 empatado, 3 perdidos. Completó 405 minutos, recibió 4 goles.
DAMIÁN MUSTO
2021: 32 partidos: 19 ganados, 9 empatados, 4 perdidos. Completó 1.298 minutos, no convirtió.
2022: 22 partidos: 11 ganados, 7 empatados, 4 perdidos. Completo 1.502 minutos, no convirtió.
NICOLÁS GAITÁN
2021: 10 partidos: 5 ganados, 2 empatados, 3 perdidos. Completó 196 minutos, no convirtió, brindó 1 asistencia de gol.
FEDERICO CARRIZO
2022: 13 partidos: 6 ganados, 4 empatados, 3 perdidos. Completó 628 minutos, convirtió 1 gol, brindó 2 asistencias de gol.
LUCAS VIATRI
2022: 27 partidos: 9 ganados, 11 empatados, 7 perdidos. Completó 1.173 minutos, convirtió 3 goles, brindó 1 asistencia de gol.
HERNÁN RIVERO
2022: 8 partidos: 4 ganados, 2 empatados, 2 perdidos. Completó 340 minutos, no convirtió.
BILLY ARCE
2022: 3 partidos: 1 ganado, 1 empatado, 1 perdido. Completó 67 minutos, no convirtió.