Liverpool, el único líder
Liverpool explotó de alegría, le ganó con lo justo 2:1 a River Plate en Belvedere y quedó como líder exclusivo del Apertura a solo dos fechas del final. Es el único que depende de si para ser campeón.
“¡Liverpool nomá!”, explotaron los hinchas del negriazul tras el pitazo final del Leodan González. El equipo de Jorge Bava cumplió, ganó y pasó en la recta final del torneo a la cima del Apertura. El negriazul es el único que depende de si mismo para ser campeón. Los goles de Rodrigo Rivero y Alan Medina -la figura- sentenciaron la festejada victoria.
Mejor comienzo del partido no pudo haber tenido el negriazul. El local tomó rápidamente la iniciativa y dejó mal parada a al defensa darsenera que arrancó “dormida” el partido. El primer anunció fue una pelota que dio en el palo, tras el centro de Gastón Martirena, el zaguero Horario Salaberry en su afán de rechazar la pelota casi se mete el gol en su propia valla. En la nueva recarga fue letal el equipo de Jorge Bava: Gonzalo Carneiro levantó la cabeza y le dio el pase justo a Rodrigo Rivero. El “Chino” en plena área definió notable contra el palo, lejos del alcance de Ichazo. Gol de la apertura y explosión de alegría de los parciales del negro de la Cuchilla.
El propio Rivero tuvo un par de chances como para aumentar el score, sus remates pasaron cerca del palo. Martirena también probó a Ichazo desde media distancia, que pudo contener el golero. A River Plate le costó recomponerse y emparejar el trámite. Con el paso de los minutos los darseneros comenzaron a llegar al arco custodiado por Lentinelly pero sin generar real peligro. Thiago Borbas inquietó con un par de subidas, pero poco más. Al descanso se fue ganando merecidamente el negriazul por la mínima diferencia.
El trámite del partido cambió en el complemento, se jugó poco y se marcó mucho. Dentro de este contexto, Liverpool logró aguantar hasta el tramo final la exigua diferencia. En un contragolpe letal, Pablo González asistió a Alan Medina, que marcó el segundo. El negriazul se puso dos goles arriba en el marcador y parecía iba a tener un final tranquilo. Pero River descontó con el rápido gol de Gonzalo Castro y puso el toque de dramatismo inesperado. Luego de cuatro minutos de adición, Leodan González pitó el final y la algarabía fue desbordante de los hinchas del negriazul. No es para menos, pasaron a liderar el torneo a solo dos fechas del final y dependen de si mismo para ser campeones. Todo Belvedere explotó de alegría.