Nacional exhibió todo su poder de gol para despachar con calidad ofensiva y con notable efectividad a Boston River. Fue, por ello, una noche de fiesta en tres colores la que se vivió en Flores.

El equipo de Repetto, a todo fútbol. Se le abrió el arco y fue contundente. Con mucha actitud y presión asfixiante en tres cuartos de cancha, desarticuló a su oponente, lo puso contra las cuerdas y, con gran oportunismo y, sobre todo, puntería, plasmó la diferencia en la red. Doblete de Felipe Carballo y la esperada conquista de Alfonso Trezza, para bajarle la cortina por completo al partido, y anticipadamente, en el primer período.

El tricolor, ya con los tres puntos en el bolsillo, sacó el pie del acelerador en el complemento. Hasta por momentos se desentendió del juego pensando en la seguidilla de partidos que se vienen en los próximos días. Los jugadores no arriesgaron físicamente y se limitaron a hacer correr el balón y el reloj.

Para que la fiesta fuera completa, y con un estupendo broche de oro, Mauricio Zabala, otra vez Felipe Carballo y Franco Fagúndez dejaron su marca en la red, completando la media docena de goles en Trinidad.

Nacional se metió de lleno en la pelea por el Apertura, un prospecto nada desdeñable.