El 4:2 de Nacional a River Plate en el Gran Parque Central pasó por todos los  sentimientos y terminó con sabor a poco, porque, pese a la remontada, implicó despedirse del Tricampeonato Uruguayo. El tricolor sufrió en un comienzo inestable, pero luego reaccionó y arrasó hasta soñar con todo. Se fue de la cancha esperando por el final de Peñarol ante Sud América, todavía con esperanza. En buena medida, se ilusionó por el Clausura, pero también por el sueño de la Anual. Sin embargo, el desenlace que alcanzó en los descuentos el aurinegro lo relegó de la pelea.

La victoria tricolor resultó, de todos modos, incuestionable. Nacional se levantó de su inestabilidad con presión ofensiva y empuje. El equipo jugó con el corazón a pleno, presionó, empató gracias a un cabezazo de Christian Almeida y luego, alentado por sus hinchas, obligó a su rival en forma permanente. La pelota de Méndez, en el cierre de la primera parte, que alejaron en la línea del arco, reflejó la postura del conjunto albo, que regresó con todo al segundo tiempo, cuando terminó de volcar el trámite a su favor.

El argentino Leandro Fernández fue decisivo en ofensiva, y el despliegue de Joaquín Trasante impuso la superioridad en la zona clave del mediocampo. Los de Martin Ligüera obligaron a River, tal como ocurrió en los dos goles en contra de Santiago Brunelli, así como en la estupenda definición de Fernández.

River Plate arrancó con todo tras el gol de Thiago Borbas –que llegó luego de una notable asistencia de Matías Arezo-, y después aceleró en un par de contragolpes. Gonzalo Castro –en su regreso al Gran Parque Central- y Arezo, rondaron el segundo. Pero el darsenero se terminó cayendo.

Las imágenes de la transmisión de Tenfield por  VTV Plus mostraron a los hinchas en la zona de los palcos de la Tribuna José María Delgado siguiendo con expectativa el desenlace de Peñarol-IASA. Es que Nacional terminó con victoria, aunque no le alcanzó para la sonrisa.