Sud América se abrazó a la alegría resonante en el Parque Capurro, 2:1 a Fénix, para respirar en la tabla del descenso e ilusionarse con la permanencia. El equipo de Luis “Ronco” López ganó un partido de esos que en lo anímico representan mucho  más que los puntos en juego. El dueño de la sonrisa jugó todo el segundo tiempo con diez por la roja a Kevin Lewis y resistió con la actuación inolvidable del arquero Juan González. Además, sorprendió porque siempre mantuvo la expectativa de atacar. Y lo hizo como en la gran sociedad de los argentinos Pablo Mouche y Tomás Andrade, cambio de lujo, con taco de Nahuel Acosta en la estupenda conexión ofensiva.

La IASA exhibió su mejor juego en su notable comienzo con avance permanente. El golazo fantástico de Luis Morales, de tiro libre –influyente cortando juego y llegando por afuera- adelantó al “buzón” en forma incuestionable. Fue superior en esa parte del juego. Sin embargo, la expulsión de Lewis, por segunda amarilla, en el cierre del capítulo inicial, inevitablemente transformó el desarrollo. El gran mérito de Sud América, es que a pesar de los diez jugadores, no se resignó. Desde las variantes del entrenador a la postura colectiva, siempre pensó en desestabilizar a su rival. Antes del segundo, también Andrade estuvo a punto de convertir.

Fénix empezó mal y reaccionó con Ignacio Pereira como artífice de la ofensiva. El delantero  igualó y luego, con Rodrigo Amaral en la cancha, el albivioleta asumió el protagonismo. Ignacio Pallas, DT del local, también incluyó a Fabián Estoyanoff a la presión Se adelantó y elaboró ataques en forma continua pero chocó con el escollo insuperable: Juan González. El golero salvó el arco con intervenciones fenomenales, en situaciones de mano a mano. Así, Sud América se llevó una victoria enorme.