Liverpool, clase y golazos
Liverpool bajó el telón del Apertura a toda orquesta en ofensiva, 3:0 a Cerrito en Belvedere. El negriazul ganó con goles y golazos: dos de Federico Martínez y uno de Hernán Figueredo.
Hernán Figueredo festeja su golazo, el tercero, junto a Fabricio Díaz en Belvedere.
Liverpool volvió a la sonrisa en el cierre del Apertura y dio una auténtica función de fútbol ofensivo en Belvedere. Le ganó 3:0 a Cerrito y terminó con una goleada que construyó a partir de su juego de alto vuelo en ataque. El negriazul, a pesar de la baja del goleador histórico Juan Ignacio Ramírez –su nuevo destino es inminente y siguió el triunfo desde la Tribuna local- logró el mejor rédito a un partido abierto, de rápida circulación en el mediocampo, y con espacios para vulnerar al rival. La tendencia ofensiva afloró desde el comienzo y antes del primero, un golazo de Federico Martínez por la circulación de la pelota y el centro de Mathías Pintos desde la izquierda, el dueño del éxito elaboró situaciones claras.
La influencia de Hernán Figueredo en la generación y el avance de Martínez conectado a Medina por derecha anticiparon el nuevo grito de gol de Martínez. El delantero también dispuso de una oportunidad, con tiempo y espacio pero el arquero Nicolás Gentilio intuyó la idea del atacante y ganó. Antes del cierre, el segundo de Martínez resultó determinante. El gol nació de un lateral desde la derecha y el delantero, al límite de la posición adelantada –asistencia de Rodrigo Viega-, aumentó la ventaja. El tercero, otro golazo, de Hernán Figueredo mostró el gran repertorio bajando la pelota con el pecho luego de otro gran pase de de Viega. Hizo tres y hubo aumentar como en el toque de Martínez al juvenil Nahuel Soria, en su debut.
Cerrito, revelación del Apertura, esta vez no pudo imponer su juego fluido y de sorpresa en ataque. Además, se mostró vulnerable en zona defensiva. Fue sorprendido por derecha y también en el sector central, con vía libre para llegar al arco de Nicolás Gentilio. El auriverde se acercó en una sociedad de su sello que Juan Manuel Ortiz resolvió con imprecisión. En el complemento, cambió e intentó acortar pero no fue contundente. En consecuencia, Liverpool mandó con fútbol y alta definición.
