Lo importante es “no perder”
La estirpe de Nasazzi y de Lorenzo Fernández en Diego Pérez y Diego Lugano
Oscar Tabárez y la mayoría de los jugadores de Uruguay que han mantenido contacto con la prensa, cargaron al partido que comienza dentro de instantes, de un dramatismo tal que llevó a que definieran el cotejo como “de vida o muerte”. Agregaron en todos los casos, que lo único que sirve es ganar y que, por lo tanto, decididamente saldrán a buscar la victoria.
Diego “Ruso” Pérez y Diego Lugano, la clave del rendimiento de Uruguay.
Perdonen que no comparta ni esos conceptos, ni la forma que plantean los compatriotas la manera de encarar el compromiso ante Venezuela. Claramente lo afirmo. ¡Hoy sirve el empate! Así de claro y contundente. Y lo explicamos.
A lo único que debe aspirar Uruguay en la actualidad es alcanzar el 5o. puesto para pelear la clasificación contra el quinto país colocado en Asia. Pues bien. Un empate dejará a los celestes con 14 puntos, compartiendo la posición sexta con Perú, aunque arriba de los incaicos por diferencia de goles. Encima queda Venezuela con 17 puntos, país al que hay que bajar -o igualar- para llegar al anhelado quinto lugar. ¿Esto es imposible?
De ninguna manera, por cuanto Perú y Venezuela tienen un partido más jugado que los celestes. Por ese motivo Uruguay en la realidad y estructurando la tabla por puntos perdidos, se encuentra en igualdad de condiciones con Venezuela y superando a Perú por tres unidades.
En consecuencia lo importante esta noche es “no perder”. Por ese motivo no compartimos esta tesitura con la cual el equipo -según lo han anunciado todos-, sale al campo. Por la mentalización que se le ha dado a los jugadores, esa consigna de “ganar o ganar” puede ser perjudicial al dejar de lado el primer objetivo que debería plantearse el equipo: “no perder”.
A mi juicio esta noche Uruguay debe encarar el partido con tranquilidad, buscando como primera consigna a cumplir, no recibir goles en la portería de Muslera. Y mucho menos, como ha ocurrido en varios de los partidos de las eliminatorias, recibir goles tontos en los primeros minutos de juego. Esto que ha sido moneda corriente en muchos encuentros, complica luego todo el trámite del cotejo.
Si Uruguay busca mantener el cero en su arco, sin regalarse, y el tiempo avanza con la igualdad en la pizarra, quienes se pondrán nerviosos serán los venezolanos. Nervios y ansiedad que se apoderará de los locales, al ver que se les escapa de las manos la posibilidad cierta de soñar con clasificar al mundial. Por otra parte, Uruguay viene de constantes reveses en la eliminatoria, lo que debe llevar al equipo a buscar la seguridad en sus fuerzas, sin salir alocadamente al ataque y regalándose atrás, exponiendo a una defensa que no es firme, a la ansiedad de los venezolanos.
Dejando claro nuestro pensamiento sobre la necesidad de mantener el cero en el arco oriental, la siguiente pregunta radica en develar, en lo previo, si el equipo está capacitado para desplegar una estrategia en en el sentido que para mi pensamiento es el ideal.
Esta que planteamos, es la gran clave del encuentro de esta noche y nuestro pensamiento sobre la conveniencia de buscar -en primera instancia-, aguantar el cero en nuestro puerta. De la forma en como responda Diego Lugano, seguramente encontraremos el termómetro del rendimiento celeste.¡Ojalá que a fuerza de corazón y “garra” Lugano puede recuperar al menos la mitad del gran nivel que exhibió cuando llegó a la cima! De lo que no existen dudas es que jugando con el pensamiento puesto en aguantar la igualdad, Lugano estará más arropado, más rodeado como para que su falta de fútbol no quede muy en evidencia. Si con una estrategia de este tipo y de contragolpe, Uruguay llega al triunfo, muchos mejor. Por supuesto.
Pero el problema es que, si el equipo -como se anuncia-, sale a la búsqueda del triunfo a lo loco, con carabina a la espalda y sable en mano, va a quedar en terreno muy amplio en defensa y medio campo que exigirá un derroche de energías muy grande para todos los jugadores.
