Sonrisa de punta
Liverpool ganó un gran partido, 3:2 a River Plate en Belvedere. El líder fue de atrás a la sonrisa. Goles de Agustín Dávila, y dos de tiro libre de Christian Almeida y de Franco Romero.
Christian Almeida, en la alegría del segundo gol de Liverpool, de tiro libre.
La sonrisa grande de Liverpool en su Estadio Belvedere simbolizó el gran paso que dio en el Clausura. El dueño de la punta, en un tramo decisivo del torneo, le ganó 3:2 a River Plate, y así afirmó su paso ganador en un auténtico partidazo. La emoción y el suspenso hasta el cierre dejaron abierto el desenlace. Puntualmente, el líder se recompuso en una parada brava por el desarrollo. Y también teniendo en cuenta que en esta instancia definitiva los puntos aumentan su valor y la tensión tiene un rol preponderante. En la era de la alta definición, el juego eficaz en las llegadas contadas que elaboró en el primer tiempo dejaron al equipo con la ilusión latente. Liverpool se levantó de la adversidad del golazo de Nicolás Rodríguez en el inicio y salió de la inestabilidad con enorme eficacia. Volvió a igualar en el tiro libre de Christian Almeida. Y en la segunda parte, en ese fútbol de ida y vuelta y con espacios, Agustín Ocampo se transformó en el gran estratega. El volante asistió, provocó faltas en el segundo y tercer gol, de Franco Romero, así como en la pelota quieta que sorprendió al arquero Lucas Machado.
River Plate cayó porque no resolvió cuando atacó con velocidad por las bandas y elaboró situaciones netas. El arquero Sebastián Lentinelly frente a Thiago Borbas, y las llegadas sucesivas con Facundo Bone por izquierda, como en el pase que Matías Arezo culminó por encima del horizontal, acumularon situaciones con el grito contenido. Entonces, el 2:2 de Ribair Rodríguez, de cabeza, lo hizo soñar por cuestión de minutos.
La bronca de Jorge Fossati, entrenador darsenero, por las desatenciones defensivas, resultó tan evidente como la debilidad en ese sector. El primer gol se originó desde el lateral de Christian Almeida. Los zagueros fueron sobre el goleador Juan Ignacio Ramírez, y Dávila sorprendió de cabeza. Y River propuso, aunque dilapidó oportunidades.
Liverpool, sin Hernán Figueredo, clave en la salida del mediocampo, festejó en Belvedere, palpitando su lugar soñado en el Clausura. No tendrá a Franco Romero ante Nacional, por la quinta amarilla. Alegría del negriazul, para seguir arriba de todos.
