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Danubio: verdugo tricolor

Danubio dio la gran sorpresa en Jardines, y le ganó a Nacional 2:1 y de atrás. Perdía 1:0 y resurgió. Empató el juvenil Nicolás Siri, de 16 años, y la arremetida de Javier Méndez generó el segundo.




Leo Ramos, entrenador de Danubio, en el festejo del gran triunfo, una vieja costumbre del entrenador en encuentros contra Nacional.


13 marzo, 2021
Primera

 

Danubio sacudió a Nacional en el Clausura y revivió con su victoria resonante 2:1. Ganó en el cierre de un partido con ocho minutos adicionales. El equipo de Leo Ramos liberó el grito contenido y explotó de emoción. Pasó por la cornisa porque lo perdía y, de esa manera, descendía. Pero resurgió con fútbol y con corazón. El delantero juvenil Nicolás Siri, a los 16 años y con la estirpe de un grande por sus condiciones y su soltura para jugar, lo empató luego de la pelota que sacó Sergio Rochet. Después, en la arremetida de Javier Méndez, tras el centro de José Luis Rodríguez, con el arquero intentando desviar -gol en contra de Rochet-, el local hizo posible la resonante sorpresa del torneo.

 

La Franja, en la adversidad menos pensada por su posición, construyó su éxito con méritos evidentes. Ramos redobló el mediocampo con el argentino Fritzler delante de la defensa y con cuatro volantes que cortaron el circuito de Emiliano Martínez, Felipe Carballo y Gabriel Neves con el ataque. Como sucedió en el Intermedio,  volvió a dejar a Nacional con las manos vacías. 

 

El albo se sintió incómodo durante el desarrollo del partido.  La velocidad de Brian Ocampo -lideró la ofensiva- no le alcanzó. La pegada del delantero, en el tiro libre,  propició el gol de Matías Vecino en una pelota que no pudo retener Salvador Ichazo. Ausente Gonzalo Bergessio, suspendido, el  equipo no abasteció a los de arriba. El vértigo de Ocampo lo hizo pensar en ganar hasta el final, como en el balón que le desviaron en la línea. Hubo un reclamo de penal en el agarrón de Ichazo a Vecino. Jorge Giordano cambió con Ignacio Lores y el juvenil Santiago Ramírez para ir con todo, pero sin el suceso pensado.

 

El elenco de Maroñas tomó la iniciativa en el comienzo del segundo tramo. Exigió a Sergio Rochet. Y José Luis Rodríguez, de la derecha a la izquierda en función de volante, generó espacios y llegadas netas. Cuando Nacional parecía jugado al desequilibrio, sufrió. El centro de Rodríguez propició la embestida de Javier Méndez, y Sergio Rochet no pudo evitar el 2:1. Danubio lo gritó con el alma, para sacarse de encima, en esta fecha, la pesada carga de la tabla del descenso. Los tricolores dejaron pasar la oportunidad de obligar a Liverpool. Y dejaron, también, gran parte del Clausura. Nacional acaricia la Tabla Anual. Anque ésta, como si fuera poco. quedó abierta.

 

Javier Méndez en el grito eufórico del segundo gol de Danubio para la gran victoria.