El albivioleta de Juan Ramón Carrasco impuso su juego en el comienzo con velocidad, precisión y ambición, en su habitual 3-3-1-3. Se posicionó en campo rival y rondó el gol, como en la pelota de Roberto Fernández en el horizontal –hubo penal de Piquerez al  hondureño Carlos Fernández-, así como en un remate de zurda de Adrián Argachá. Mantuvo la premisa y, con uno más, rondó el grito en la sociedad de Pereira con Christian Silva, que tapó Dawson. Manejó la pelota y acechó hasta en los cinco minutos adicionales.

Los aurinegros se ilusionaron en la reacción de los minutos finales del primer tiempo, cuando Agustín Álvarez Martínez, delantero juvenil, rondó dos veces el grito de gol. El zaguero Leonardo Coelho –decisivo en los de JR- cerró justo en la línea.

Peñarol volvió a la cancha con Jonathan Urretaviscaya, y más tarde incluyó a Luis Acevedo. El juego se hizo de ida y vuelta, con espacios para los dos. Christian Silva salió adentro en el local, y luego fue el turno de Maureen Franco.  

Fénix, once contra diez, abrió la ofensiva, lo cual se reflejó en el desarrollo. Aceleró con Ignacio Pereira, y Kevin Dawson salvó a Peñarol en el tiro de Christian Silva. Insistió con toque corto, espacios y cerca del arco, como en la derecha final de Scorza. Pero en el Capurro hubo grito contenido.