Cerrito ganó de atrás, se sobrepuso a la adversidad y explotó de alegría en el 3:1 ante Tacuarembó. El auriverde, esta vez de camiseta azul, conquistó tres puntos vitales para liderar otra vez el Campeonato Uruguayo de Segunda División. Levantó el partido con juego y poder ofensivo de un equipo convencido de sus fortalezas en las difíciles.

El conjunto de Roland Marcenaro se distingue y tiene sello propio. Superó la incomodidad que le planteó su rival en los primeros 45’ con su poder ofensivo. Luego, volvió a la cancha con todo, veloz y eficaz. Empató en el penal a William Klingender que convirtió Julián Perujo, Maximiliano Silvera fue de cabeza al segundo, y Klingender, el volante inspirado, se lució con un estupendo remate que se desvió en el camino pero que de todos modos se transformó en golazo. Cuando asoció a Ortiz, Klingender, Viera y Silvera, acumuló situaciones. A partir de los once contra diez, por la roja a Elordi, en el 1:1 recargó el ataque y acentuó su triunfo.

Tacuarembó ejecutó su plan en el primer tiempo. No ofreció espacios y se propuso el contragolpe para perturbar a su adversario. La ejecución precisa y potente de Gastón Colman le dio el 1:0. Sin embargo, luego fue superado. La roja a Elordi desarticuló la solidez y, al final, terminó con nueve por la expulsión de Baltasar Silvera. Cerrito festejó por su regreso a la punta, arriba de todos.