Cerro Largo recuperó la sonrisa en el Estadio Ubilla de Melo, al vencer 2:1 a River Plate. La vuelta a la alegría en el Apertura se originó en el primer tiempo, período en el que el equipo mostró gran eficacia. El gol del argentino Tomás  Fernández abrió el partido, y el golazo fantástico de Hugo Dorrego de volea aumentó la ventaja en el arranque. Después, con la ventaja de los  dos jugadores más por las rojas en el rival, el arachán manejó la diferencia. No hizo pesar los once contra nueve y se limitó a controlar la pelota.

El darsenero sufrió una nueva derrota. En esta oportunidad, no pudo remontar el partido a pesar de que puso el corazón a pleno y de la intención que exhibió en el envión anímico de la segunda parte. Sin embargo, las dos expulsiones a Guzmán Rodríguez  y a Sebastián Píriz, a media hora del final, fueron vitales.

Los cambios revitalizaron a los de Fossati. River Plate, a pesar de los dos jugadores de menos, se jugó la ropa. Recargó el ataque con Mauro Da Luz y con Matías Alonso al final. Buscó hasta el cierre, con el alma y sin éxito. Y Cerro Largo encontró espacio para pensar en el tercero.