Boston River liberó el grito  contenido, superó la adversidad y le ganó 2:1 a Progreso en el Paladino. Lo dio vuelta. Perdía y era superado también en el juego. Sin embargo, se levantó para celebrar. Empató en el cierre del primer  tiempo,en la corrida de Wiston Fernández y el gol de Alejandro Martinuccio. Luego, cambió con Facundo Rodríguez. El delantero reapareció después de la lesión y transformó el ataque. Hizo el segundo ganando la posición, y por si fuera poco provocó faltas y llegadas. Fue clave en el desahogo y en los tres puntos, que valen un respiro grande en la premisa de mantener al equipo en primera.

Progreso terminó desencantado. Asumió el protagonismo, tomó  la iniciativa y logró la ventaja en el gol de Mathías Riquero. Se adelantó a campo adversario y llegó por afuera, aunque no resolvió. Produjo para soñar con todo y se fue con las manos vacías.

El local afianzó su dominio en el comienzo de los segundos 45’. Sin embargo, no definió. Entonces, Facundo Rodríguez reconvirtió la incertidumbre del equipo de Sebastián Abreu, el DT y jugador,  en esperanza. El delantero volvió a lo grande. Anotó el segundo y en cada contragolpe fabricó espacios para alarmar a Nicola Pérez. Boston ganó un partido de esos que anhelaba, y que seguramente no será indiferente para su destino.