Nada nos viene bien
Diego Forlán dijo, en entrevista con el programa Santo y Seña de Canal 4, que a él le llamaba la atención que algunos periodistas que no sabían ni parar una pelota, opinaran con tanta supuesta autoridad.
Creo que de eso se trata. Forlán NO dijo que quienes jamás jugaron al futbol profesional estén inhabilitados para opinar o decir que les gusta tal o cuál partido. Lo que SI dijo o dio a entender es la sorpresa que le genera a un futbolista cuando alguien, que nunca jugó, pretende dictar catédra de como pegarle a un balón, tirar un corner o cómo debe salir un arquero. Es clarísimo lo que dice Diego Forlán.
Hace tiempo sostengo que un jugador de cuarta o tercera división sabe mucho más de futbol que el más avezado de los periodistas. Lo mismo sucede con los directores técnicos. La mayoría de ellos fue jugador profesional y alguna cosita más que nosotros deben saber. Pero parecería ser que todo el mundo puede ser objeto de crítica menos nosotros. Cuestionamos a los inspectores de tránsito, a los diputados, a los funcionarios, a los Senadores y hasta al Presidente de la República pero los periodistas no podemos ser criticados. Si a eso le sumamos que vamos invictos, ya que los periodistas jamás perdemos un partido ni nos hacen un gol, porque a nuestras palabras se las lleva el viento, la discusión se hace desigual.
Dicho sea de paso, en el fútbol siempre los mejores son los que no juegan o no están. El otro día Scotti hizo un golazo de tiro libre. Si no estuviese en la Selección seguro muchos dirían “¿Cómo puede ser que Scotti no esté en lugar de Lugano?”. Si Recoba, el Japo o el Nacho González estuviesen en la Selección diríamos “¿no es hora de renovar? (por el Chino) o “¿cuántas oportunidades más les van a dar?” (por el Japo o el Nacho). Como no están los pedimos a gritos. Nada nos viene bien.
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