La bronca del final, chalecos y las copas que siguen ahí…
Cristian Palacios la acomodó con la mano en la jugada del último gol y desactivó el clima de fiesta de que se vivía en el estadio Tróccoli. La gente, la cábala, el celeste adentro y el naranja afuera.
La furia… El gol convertido por El Tanque Sisley en el primer minuto de los descuentos desató la bronca en Cerro. Tras el 2:2, los jugadores del local no podían creer la decisión del árbitro y emprendieron la primera tanda de protestas. Luego, al finalizar el partido, el plantel albiceleste fue con todo sobre Leodán González, quien convalidó el gol de Palacios interpretando que la mano previa no fue intencional. La terna arbitral tuvo que esperar varios minutos para retirarse de la cancha, ya que además de los intensos reclamos de Cerro, el ambiente en las tribunas estaba más que caldeado. Lluvia de objetos sobre la entrada del vestuario visitante y la denuncia de la dirigencia de El Tanque, de que varios vehículos de sus parciales se hallaron con roturas.
La Copa tira… Gran expectativa había en la Villa por el cruce de dos equipos que están muy bien posicionados por entrar en las copas internacionales. Más de 1500 personas para la cita en el Luis Tróccoli, absoluta mayoría de Cerro por supuesto. Finalmente, el puntito que rescató El Tanque, lo mantiene en zona de clasificación directa a la Sudamericana. Cerro la tiene que seguir peleando.
¿Seguirá la cábala?… Después del resultado de victoria obtenido ante Danubio, Cerro volvió a repetir color de camiseta. Celeste por completo, complementando con short y medias negras, que daba similitud a un equipo antiguo de la Selección Uruguaya. La cábala venía funcionando… hasta la última jugada.
Enchalecados… El banco de Cerro, bastante movedizo desde la figura de su entrenador, se vio obligado a lucir chalecos anaranjados en la tarde del sábado. Danilo Baltierra y parte su cuerpo técnico debieron hacerlo, ya que su indumentaria negra podía confundirse con los jugadores de El Tanque. Del otro lado, se vio al ayudante de campo de Canobbio, Diego “Cáscara” Varela, luciendo hasta casi finalizado el partido unos impecables lentes de sol, pese a que por la Villa, hace rato estaba nublado.